Publicado en Correspondecia Recibida
Las directivas de la Sede Bogotá de la Universidad Nacional de Colombia, expresan a la ciudadanía su preocupación por los hechos violentos ocurridos el día miércoles, 30 de marzo de 2011, en el que un grupo de encapuchados armados con papas explosivas alteró el orden universitario y posteriormente generó enfrentamientos con la fuerza pública.
Como universitarios lamentamos el balance negativo que se registra por cuenta de las acciones violentas protagonizadas por este grupo minoritario, que con el rostro cubierto ingresó a varias edificaciones del campus, ocasionando entre otros, los siguientes daños:
Retiro y destrucción de algunas cámaras de seguridad que habían sido instaladas en el campus, por solicitud de la comunidad universitaria.
Retención de un camión de gaseosas y disposición de su contenido.
Detención de un tractor de propiedad de la Universidad, dejando abandonado un remolque con residuos altamente contaminantes.
Desprendimiento de la reja de la claraboya que da acceso a la terraza de la Facultad de Derecho.
Destrozo y ruptura de vidrios en los ventanales del Centro de Cómputo y del Museo de Arte.
Lanzamiento de papas explosivas a la estación de Transmilenio.
El resultado derivado de los hechos anteriores, se constituye en un detrimento al patrimonio de la Universidad por un valor aproximado de $ 480.704.188 millones de pesos; suma que afecta sensiblemente el presupuesto de la Universidad.
A lo anterior, se adicionan otros daños y perjuicios de carácter intangible, como:
Impacto negativo en la imagen de la institución por cuenta de la suspensión de actividades académico- administrativas y de atención a los usuarios.
Cancelación de conferencias, seminarios y actividades académicas y de extensión que implican altos costos en los compromisos institucionales de la Universidad.
Pérdidas de ensayos y cancelación de experimentos en el marco de la actividad investigativa
Traumatismo, demora, reprogramación y ajuste al desarrollo de procesos y trámites académico- administrativos que afecta ostensiblemente a los miembros de la comunidad universitaria.
Alteración del orden público y de las condiciones de convivencia de los vecinos y residentes aledaños a la Universidad.
La situación descrita en los predios de la Universidad, de autoría desconocida hasta el momento, es ajena al espíritu universitario y no tiene ninguna relación con expresiones o manifestaciones de los integrantes de la comunidad universitaria. Estos hechos, además de afectar la cotidianidad académica y poner en peligro la seguridad e integridad de los miembros, se constituyen en una agresión a la propia Universidad.
Por lo anterior, se ratifica la vocación académica de la Universidad y se hace un llamado a la comunidad universitaria, para atender su defensa, reiterar nuestro compromiso misional y nuestra responsabilidad social con la nación.
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