Decisiones fáciles de tomar

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| Publicado en Fábulas, Familia, La Amistad, Mujer

Este relato tiene que ver con la honestidad.
Cuenta la leyenda que en la China antigua un príncipe heredero quiso escoger a una joven del reino para ser su esposa. Hecha la convocatoria (para hablar en términos de ahora), se enteró una de las empleadas de palacio y le contó a su hija admiradora del príncipe.
Con la fecha cerca de la convocatoria, la joven comunicó a su madre que asistiría no más por conocer al príncipe pues no tendría otra oportunidad tan apropiada.
El día fijado se presentó como también prestamente se presentaron a palacio muchas jóvenes del Reino muy bien trajeadas y ostentosas. Nuestra candidata vestida discretamente pero con dignidad y admiración por el príncipe estuvo allí.
El príncipe puso en manos de cada una de las asistentes una semilla y les dijo que -aquella que trajese en seis meses la flor más bella, la haría su esposa.
En el transcurso de esos seis meses y no obstante los mejores esfuerzos y dedicación , la joven vió que no germinó la semilla que le había tocado en suerte. Llegada la fecha se dispuso ir de todas formas pues tendría una nueva oportunidad de ver a su admirado príncipe de cerca.
Una vez en palacio, todas las asistentes exhibían flores de hermosas de distintos tamaños y colores, sólo ella no tenía nada qué mostrar. Sin embargo, estaba tranquila porque su esfuerzo y dedicación fue hecho por ella con todo cariño.
Al hacerse la escogencia, el príncipe sin dudarlo se decidió fácilmente por aquella joven a quien la semilla no le germinó, dándoles a toda la asistencia una lógica explicación: ninguna de las semillas que había entregado seis meses atrás era fértil.

LA FAMILIA Y EL BURRO

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| Publicado en Correspondecia Recibida, Fábulas

“LA FAMILIA Y EL BURRO
Había una vez un matrimonio con un hijo de doce años y un burro. Decidieron trabajar, viajar y conocer el mundo.
Así, se fueron los tres con su burro. Al pasar por el primer pueblo, la gente comentaba: “Mira ese chico mal educado;
-él arriba del burro y los pobres padres, ya grandes, llevándolo de las riendas” Entonces, la mujer le dijo a su esposo: No permitamos que la gente hable mal del niño. El esposo lo bajó y se subió él.
Al llegar al segundo pueblo, la gente murmuraba:- “Mira qué sinvergüenza ese tipo; deja que la criatura y la pobre mujer tiren delburro, mientras él va muy cómodo encima.”
Entonces, tomaron la decisión de subirla a ella al burro, mientras padre e hijo tiraban de las riendas. Al pasar por el tercer pueblo, la gente comentaba:- “Pobre hombre. Después de trabajar todo el día, debe llevar a la mujer sobre el burro! . . .y pobre hijo ¡qué le espera con esa madre!” Se pusieron de acuerdo y decidieron subir los tresal burro para comenzar nuevamente su peregrinaje.
Al llegar al pueblo siguiente, escucharon que los pobladores
decían:- “Son unas bestias, más bestias que el burro que los lleva,
van a partirle la columna!”
Por último, decidieron bajarse los tres y caminar junto al burro. Pero al pasar por el pueblo siguiente no podían creer lo que las voces decían sonrientes:- “Mira a esos tres idiotas: caminan, cuando tienen un burro que podría llevarlos”
Conclusión … Siempre te criticarán, y hablarán mal de ti…será difícil
que encuentres alguien a quien le conformen tus actitudes. Entonces: ¡Vive como creas! ¡Haz lo que te dicte el corazón! ¡Haz lo que sientas! Una vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso: Canta, ríe, baila, ama . . . y vive intensamente cada momento de tu vida antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.”

Cuando el día de hoy termine.

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“Estudia este breve relato, espero que haga un GRAN cambio en ti.
Jeanette – Soy Rebelde
El profesor empezó su clase sosteniendo un vaso de agua.
Lo levantó y preguntó a la clase, “¿Cuánto creen que este vaso pesa?”
‘¡50 gms!’ …. ‘¡100 gms!’ …..‘125 gms’ ..respondieron los estudiantes.
“Realmente no puedo saberlo hasta pesarlo,” dijo el profesor, “pero, mi pregunta es:
¿Qué puede pasar si lo sostengo unos minutos?”
‘Nada’ …..los estudiantes dijeron. ‘OK, ¿Qué podría pasar si lo sostengo una hora?’ el profesor preguntó.
‘Su brazo podría dolerle’, dijo uno de los estudiantes
“Estás correcto, ahora ¿Qué pasaría si lo sostengo todo el día?”
“¡Su brazo se entumecerá, quizá tenga estrés muscular y parálisis, y seguro tendría que ir al hospital!”
….. Dijo otro estudiante, y todos rieron“ Muy bien.
Pero en ese tiempo ¿El peso del vaso cambió?”
preguntó el profesor.
‘No’…. fue la respuesta. “Entonces ¿Qué causa que el brazo duela y que el músculo se estrese?”
Los estudiantes estaban sorprendidos.
“¿Qué debo hacer ahora para que se me quite el dolor?” preguntó nuevamente el profesor.
“¡Baje el vaso!” dijo uno de los estudiantes. “¡Exactamente!” dijo el profesor.
Los problemas de la vida son como eso.
Mantenlos pocos minutos en tu cabeza y estarán bien.
Piensa en ellos un largo tiempo y empezarán a doler.
Mantenlos más tiempo, y empezarán a paralizarte. No serás capaz de hacer. Es importante el pensar en los retos y problemas en tu vida, pero MÁS IMPORTANTE es ‘PONERLOS ABAJO’ al final del cada día, antes de ir a dormir.
¡De esa manera, no tendrás estrés, despertarás bien cada día, y manejarás cualquier situación o reto que se presente en tu camino! entonces, cuando acabe el trabajo,
Recuérdale a tus amigos que:
‘¡BAJEN EL VASO HOY!”

DESJUBILARSE

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“DESJUBILARSE

Él llegó a la plaza con una barreta. Enderezó la estaca de un arbolito y la afirmó golpeándola con la barreta.
Amarró la planta a la estaca y se apartó como para mirar una obra de arte.
No resistí a provocarle conversación:¿ Usted. es del Municipio?
-No, soy de Alicia, hace cuarenta y dos años. Mi mujer.
-Ah…¿ Fué usted quien plantó ese arbolito?
-No, fué el Municipio.
-Un árbol viejo se cayó, plantaron este nuevo de cualquier forma, pero yo lo aboné, y le puse esa estaca ahí.
-Pero ¡qué belleza, ya está todo brotado!
- De tardecita vengo a regarlo.
-Entonces a usted le gustan las plantas., los bichos, hasta la gente me gusta, hijo.
-Gracias por la parte que me cabe…
El sonrió, sacó un tijerón del cinto y comenzó a podar un arbusto.
-¿Usted es jubilado?
-No, soy desjubilado.
Fué podando y explicando:
-Cuando me jubilé, ya había visto a muchos colegas jubilarse y marchitarse, como
árbol que se poda y se riegacon ácido de bateria…
¿Sabía que hay comerciantes que riegan el árbol con ácido de bateria para matarlo, para que no tape la fachada de su negocio?
Es así… Y ahí queda ¡con la tienda tostándose al sol!
Picoteó los gajos podados, formando una alfombra de hojas alrededor del arbusto.
-Es bueno para la tierra… Todo lo que sale de la tierra debe volver para la tierra…
-Por entonces, yo ya había visto muchos colegas jubilarse y marchitarse.
Usando bermuda y chinela y quedándose en casa delante de la televisión. Sacando panza y engordando…
Hasta que acabaron con derrame o infarto, de no hacer nada y todavía vivir hablando
de enfermedades.
Cortó unas flores, hizo un ramillete:
-Para mi nenita. Alicia. Ella es un año mayor que yo, pero parece una nena cuando le
llevo una flor.
-Ella también está desjubilada.
Ayuda en la escuela de nuestra nieta, enseñando a la cocinera a hacer dulce con poco azúcar y ensaladas con los restos de las legumbres que antes eran tiradas a la basura. Y ayuda en la casa-cuna también, en el hospital.
IAhh… Alicia vive ayudando a todo el mundo, por eso no precisa de ayuda, ni tiene tiempo de pensar en enfermedades.
Amarró el ramillete con un ramo de césped, y lo depositó con cuidado sobre un banco.
-Para regar las plantas tengo que traer el balde con agua desde la casa.
-Fuí al municipio a pedir para colocar una canilla aquí.
Me dijeron que no, si no la gente iba a beber agua y a dejar la canilla abierta.
Les dije que colocaran una canilla con reja y candado que yo la cuidaría.yo la cuidaría.
Dijeron que no. Yo tendría que quedarme con la llave y entonces iba a ser una canilla pública con control particular, y no se puede.
Sonrió, mirando la plaza. 
-Ahí les dije: ¿entonces puedo cuidar de la plaza, pero no puedo cuidar una canilla?
¡Preguntaron, vea esto, preguntaron si tengo autorización para cuidar de la plaza!
No dije más nada. Me vine de vuelta antes de que me prohibiesen cuidar de la
plaza…O antes de que me hicieran llenar formularios con tres copias con impuesto y firma
autenticada, para hacer lo que hago aquí desde que me desjubilé…
-¿Vé aquel pino hembra allí?
Fué Alicia que lo plantó. Sólo había un pino macho. Ahora el macho va a polinizar a la
hembra y ella va a dar piñones.
-Yo ni sabía que existe pino macho y pino hembra.
-Yo tampoco sabía, hijo. IAhh… aprendí tantas cosas cuidando de esta plaza!
Hoy conozco los cantos de los pajaritos, las épocas de floración de cada planta, y veo
el pasaje de las estaciones como si fuese una película!
-Pero la piña va a demorar para dar piñones, ¿no? – dije, mirando la pinita aún de nuestra altura.
El me respondió que no tenía prisa.
-Nuestra nieta es una criatura y yo ya le dije que será ella quien recogerá los piñones.
Sin que el municipio sepa… y Alicia le dijo que, de cada piña que ella recogiera, debe plantar
por lo menos un piñón en algún lugar. Así, al final de su vida, ella habrá plantado un pineral
desparramado por ahí.
Sin que el municipio sepa, está claro, si no pueden crear un impuesto a quien plante árboles…
-Es admirable ver alguien con tanta edad y tanta esperanza!
El se rió:
-Si es admirable no lo sé, hijo, sé que es gratificante.
Y ahora, con permiso, que preciso ir a buscar a Alicia para salir a caminar.
Vida de desjubilado es así: el dinero es corto, pero el día puede ser largo, si la gente no perdiera el tiempo!”

Ira

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“DEJA SECAR LA IRA

CARTA DE UN ANCIANO, DESDE UN ASILO

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“Muy fino amigo: Principio las líneas de esta carta para agradecerle su visita…¡recibimos tan pocas…! pero en fin, no debo quejarme, antes bien,agradezco a Dios por tantos y tantos años de vida que me ha otorgado.

Cumplí ya seis años en este asilo donde por mi propia voluntad me he confinado. He conocido en esta larga estancia a muchos viejos y muchas ancianitas y aunque sabemos que nuestra estancia en este mundo es ya corta, eso no ha impedido que hayamos llegado a estimarnos y extrañar a los que se van yendo; el día que hay una defunción se respira aquí un silencio impresionante.

Despierta

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<a href="http://www.youtube.com/watch?v=ZFqKrvBUj1M“>http://www.youtube.com/watch?v=ZFqKrvBUj1M

La vanidad

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El asno engreído

Te invito a reflexionar hoy sobre la vanidad humana. “La cola del pavo real honra al que la creó; pero, el pavo no tiene nada que ver en ello”, (J. Leclercq). “El vanidoso es como un gallo que se imaginara que el sol sale para oírlo cantar”. “Vasito de barro: ¿por qué te quieres poner tan alto? ¿No ves que si te caes, te quiebras? ¿No sabes que el aroma de tus flores se percibe mejor si estás abajo?”, (V. Gar-Mar).

Del agradecimiento

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Un labrador encontró un águila atrapada en una trampa. Admirado por su belleza, la libró y la dejó libre.
El águila no fue ingrata con su bienhechor. Viendo que estaba sentado junto a un muro a punto de derrumbarse, voló hasta él y le arrebató con sus garras la cinta con que se ceñía su cabeza.
Se levantó el hombre para perseguirla, pero el águila dejó caer la cinta; la recogió el labriego y, al volver sobre sus pasos, halló desplomada la tapia junto a la cual había estado sentado.
Quedó sorprendido y muy agradecido de haber sido retribuido así por el águila.
(Esopo).

La vida exige mucho más comprensión que conocimiento

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“En la facultad de Medicina, el profesor se dirige a un alumno y le pregunta:
-”¿Cuántos riñones tenemos?”
-”¡Cuatro!”, -responde el alumno.
-”¡¿CUATRO…?!”, -replica el profesor, arrogante, de esos que sienten placer en pisotear los errores de los alumnos.
-”Traiga un fardo de pasto, pues tenemos un asno en el salón”, -le ordena el profesor a su asistente.
-”¡Y para mí un cafecito!”, -le dijo el alumno al asistente del profesor.
El profesor se enojó y expulsó al alumno del salón.
El alumno era el humorista Aparicio Torelly,
conocido como el Barón de Itararé (1895-1971).
Al salir del salón, todavía el alumno tuvo la audacia
de corregir al furioso maestro:
-”Usted me preguntó cuántos riñones ‘tenemos’. ‘Tenemos’ cuatro: dos míos y dos suyos. Porque ‘tenemos’ es una expresión usada para el plural. Que tenga un buen provecho y disfrute del pasto”.