¡Cuidado con la Cadena Productiva!

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Publicado en Mujer, Prográmese, Remedios Caseros, Salud

En el trayecto registrado entre el alimento que llevas a la boca y más allá del punto de producción (productor y consumidor final), hay una preguntas clave por hacer: ¿quiéres en verdad ser responsable de comer saludable?

Al fin y al cabo, quien en últimas compra es usted. Su decisión o libre elección de comprar o no, puede estar influenciada por ciertos condicionamientos, hábitos adquiridos, publicidad, monopolios, etc. Siempre el responsable de que tengas una buena salud eres tú.

Una marca, un certificado de salud, una etiqueta, su médico, etc., pueden decir cosas muy atractivas pero en últimas quien se engaña o no es uno mismo. A si que, usted mismo decide adquirir un producto que le puede ocasionar daño a su organismo ¿quién es el causante? ¿Su ligereza o falta de cultura saludable, le lleva decirse cuando come ¿rico veneno?

“Ojos que no ven, corazón que no siente” pero en tratándose de comer, ese refrán contrasta con la realidad pues si usted desconoce la naturaleza y calidad de lo que se lleva a la boca, es probable que no sólo su corazón se resienta sino también su salud en general y también su bolsillo…

¿QUÉ HACER?

1) Empiece por tomar conciencia (con_ciencia, conocimiento) de que hay empresas de alcance y cubrimiento mundial que producen alimentos para que usted se los coma y vuelva a comprar una y mil veces pero que no les importa para nada su salud. Les importa su dinero. Esas empresas se puede decir que no producen alimentos saludables sino alimentos que aunque tengan licencia para venderlos, pueden dañar su salud.

Generalmente, los envases y empaques de esos alimentos industrializados son muy bien diseñados pero transpiran engaños. Usted no sabe quién carajo está detrás de lo que compra pero creálo o no, ellos saben engatuzar a cualquier consumidor para que les compre una y otra vez. Por ejemplo, si usted compra una caja de cereales (Quaker) es altamente probable que se utilicen en la producción semillas transgénicas. Es más puede estar uno comiendo comida plástica desde hace mucho sin que uno se dé cuenta pero lo que es peor: con la indiferencia, complicidad o incuria de las entidades garantes de su salud o por empleados comprados encargados de cumplir con la responsabilidad que les confiaron de cuidar la salud del pueblo (para ellos una licencia o visto bueno vale huevo y lo que ello representa).

Tenga presente que sólo 10 compañías elaboran la mayoría de los alimentos que usted compra en su supermercado de “confianza” y en casi todos los supermercados los productos son los mismos, se repiten. Y la única defensa que tiene el ingenuo consumidor es que mejore SU CULTURA ALIMENTACIA, cambie su hábitos y abra bioen los ojos para que pueda escoger mejor lo que se va a llevar a la boca…por inocente o sabroso que parezca.
Por ahora apuéstele a lo natural, no consuma alimentos procesados industrialemnete.

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