Dicho hace rato

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Publicado en Economía

Leyendo el artículo sobre TRANSFORMACIONES POLÍTICAS no pude evitar el semejar los procesos de globalización, como una carera de velocidad de los 100 metros en los juegos olímpicos. Los países con mejor desarrollo tienen mejores puestos en el partidor aunque se pretenda que sea una carrera donde todos pueden estar.
Colombia con base en los Planes de Desarrollo y la introducción de algunas Políticas ha pretendido estar en ese venturoso y vertiginosos recorrido. Recorrido que de la mano de los adelantos tecnológicos, en comunicaciones, formas de comercialización e integración de mercados demandan de los gobiernos en turno la modernización (actualización) de medidas que faciliten esa incorporación al mercado y política internacional.
Siguiendo con la semejanza de los corredores (países autores), Colombia dio con la apertura económica impulsada durante el gobierno de Gaviria un pequeño paso frente a años en donde el proteccionismo y el aislamiento le aisló y facilitó estructuras de poder internas que desencadenaron tenencias de tierra y riqueza en general oligopolistas. Éstos, unos pocos, son los que hoy siguen haciendo los negocios y los que se están integrando.
Pero como de lo que se trata es de una carrera, quizá los gobiernos de Colombia están sujetos a la tiranía de las estadísticas y obtención de logros por ese sólo hecho. La “imperiosa” necesidad de quedarse rezagados, hace que a veces tardíamente aceptemos negocios (tratados de libre comercio y explotación de recursos minerales , por ejemplo), con la confianza expresa de esperar únicamente beneficios. Se mira entonces la producción o explotación y su exportación pero, no las condiciones y repercusiones sobre el ambiente y las generaciones futuras.
Se sabe que en Economía no hay producto sin “disproducto” pero aquí en cuanto a recursos naturales, sólo se está viendo sólo regalías, impuestos y divisas producto de exportaciones sin tener en cuenta que no se compensa el impacto ambiental de estos macroproyectos. Un ejemplo, la contaminación de los recursos acuíferos no es reversible porque la explotación minera aún no ha podido resolver para las generaciones futuras ese problema y cabe esperar que sin agua tengan que emigrar, esto quiere decir en otras palabras que el país se encogerá. Supongo que para ese entonces habrá oportunidad de inaugurar casinos de juego como el de las Vegas en U.S.A.
Son innegables algunos beneficios de la globalización como con la intercomunicación entre países. Ello nos ha permitido que ciertos derechos laborales se hagan una realidad en Colombia, de hecho, una de las razones de la demora de la firma del Tratado de libre Comercio con los Estados Unidos fue el que Colombia no haya estado a tono con ciertas reformas y leyes laborables. Esto nos da una idea de que la “igualdad” y lucha por una vida más digna no se considere una concesión sino lo que es: un derecho. Desafortunadamente lo que es progreso en un lado, por otro lado, es muy probable que en otros, sólo pesadillas sean la orden del día.
Para un país como Colombia, el dar concesiones en un lado al tratar de que el capital fluya desde el extranjero y genere trabajo, sólo porque hay que competir en esa carrera con otros países en parecidas condiciones, no es la respuesta pero si es al parecer el único remedio que se ha encontrado y que nos da la sensación de inmunidad ante las recientes crisis que se han producido. Hablando en plata blanca es un falso “contentillo” que como estrategia a largo plazo, siempre nos pondrá en la posición y sensación de que siempre “estemos empezando de nuevo”
La “receta” empleada por Colombia sin un buen diagnóstico, presume una situación en donde nos estaremos montando en negocios y tratados (ni siquiera en Políticas), en donde podemos salir muy mal librados y en otros que más que facilitar la vía al desarrollo, nos llevará a sitios donde tarde o temprano, cuando nos demos , tengamos que volver para seguir buscando la senda apropiada.
Por otro lado, el desarrollo tecnológico se ha vuelto de imitación por parte de los países “en vía de subdesarrollo”. Habrá que esperar “las maravillas de las robótica y la nanotecnología, pero ¿qué pasará con la preparación e incorporación de la gente que vive en los citados países entre ellos el nuestro? Estamos metidos hasta ahora en la era internet pero fue a tiempo y ¿de cuántas eras ya nos estamos perdiendo?
Se dice cabe esperar diálogo entre las religiones pero, prefiero esperar la aceptación por la diversidad. Al parecer, ese ingrediente apenas se está aceptando como una realdad. En Colombia ha sido el propio Gobierno y algunas de sus instituciones, los que han vivido a espaldas de su gran poder generador de riqueza en todos los campos. Pero, se abrirá camino a pesar de la resistencia de los mismos gobiernos y ciertas élites que se creen elegidas, y con el tiempo deberá no solamente ser escuchada sino concertada. Hay situaciones locales que al hacerse visibles al ser perseguidas o ignoradas, tenderán a ser tenidas en cuenta por su potencial creativo gracias a la divulgación.
No se trata de uniformar dentro del imperio de un determinado sistema económico llámese “tercera vía” u otra cosa. ¡¿Qué vainas aquella de estar buscando que camisa de fuerza es la más apropiada para calzarle a Colombia?! Lejos de una búsqueda de una solución ese pretendido “uniforme para todos los colombianos”, revela un pretexto para facilitar la imposición de volvernos a todos unos borregos.
Un ejemplo desde otro ángulo lo tenemos en China: se pretendió creer en un sistema socialista que después de muchas muertes y pérdidas de derechos, se dio por caduco y con aquello de que lo importante es que el gato sepa cómo cazar ratones, su desarrollo dispar así resuelva el problema de comida y cierto crecimiento en el calidad de vida, quién sabe hasta dónde le servirá como sistema que ha sacrificado la felicidad, la libertad y el medio ambiente.
A Colombia le ha faltado mirar todo lo que ella encierra dentro de un contexto particular y su generis en cada región o territorio empezando por los fronterizos, para a partir de allí, con la gente que es la mayor riqueza que se tiene, ir buscando verdaderos horizontes más allá de las simples estadísticas, sin pretender ignorar lo que pasa en el mundo. Desafortunadamente, cuando TODO se mira desde la perspectiva de la escasez y la rentabilidad financiera, es difícil encontrar otras perspectivas así i las tengamos delante de nuestros ojos.

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