Publicado en Armonía
La fama suele afectar de manera curiosa.
La gente que se ve bajo su influencia empieza a creer posible, y hasta probable, todo lo que se le ocurre.
Da crédito a la peregrina idea de que posee gracias extraordinarias, y que el Sol sale cada mañana porque está ansioso de prodigarle su calor.
Y mientras esta gente goza de las mieles de la fama, interpreta esa racha de buena suerte como un presagio de su porvenir, en lugar de verla como lo que es: un episodio feliz, nada más. . .
Bill Adler y David Slavitt