Publicado en Risa - Terapia
Rubén llega severamente golpeado en los labios que sangrantes daban serio indicio de un certero “cacelorazo”.
Sus amigos, cuando lo vieron en estado tan lamentable, le preguntaron lo que ya sabían:
- ¿Quién te golpeó?
Rubén les contestó:
-Mi mujer.
Y al unísono dijeron indignados:
-Pero, ¿por qué te dejas pegar así?
Y con cierta desfachatez Rubén les contestó:
-Me dejaba pegar desde chiquito de mi mamá que sólo me daba teta…