Lo que puede una borrachera

0

Publicado en Risa - Terapia

“James, llega a un bar  medio ebrio y con sólo  100 dólares en el bolsillo.

Ve en la barra un jarrón de vidrio casi lleno de billetes. Le pregunta al cantinero  el porqué de la jarra allí.

Secamente el cantinero le dice que se trata de una apuesta y quien quiera entrar a concursar,  ahí coloca el valor de la misma. Quien gane se lleva la jarra con todo y dinero.

James calcula que en la jarra debe haber como unos  15.000 dólares.

-¿Y qué debo hacer para merecer ese premio? Dijo James , frotándose las manos.

El cantinero le dijo que sólo tenía que pasar tres pruebas.

Al pedir más explicaciones sobre las reglas y condiciones para concursar, el cantinero secamente le dijo: debe meter primero los cien  dólares los cuales no se devuelven en caso de que que quiera echarse para atrás.

Luego de pensarlo y decirse que el que no arriesga un huevo no saca un pollo, saca los diez dólares y lo echa  dentro de la jarra. Y pregunta por las tres pruebas.

-Primera de Rapidez:

“Debe tomarse esa botella de Ginebra enterita de un solo sorbo y en menos de un minuto”

Sin pensarlo dos veces, James se bebe la botella de una sola vez.

-Segunda y tercera pruebas:

El cantinero señalando el patio le dice a James:

-          Esta es la prueba de la valentía:   atrás, hay un perro Pit Bull, muy bravo y que tiene una muela picada que le duele mucho. Debe usted sacarle la muela con sus propias manos no importa el tiempo que le lleve. Luego, debe subir por las escaleras hasta el quinto piso donde lo espera  una dama con  120 kilos que lo espera para que la ame con todas su fuerzas.

Después de dudarlo , pero envalentonado con el alcohol en su organismo, creyéndose un feroz león se dirigió resueltamente a enfrentar el pit bull. .
En el bar, el cantinero y demás personas escuchan con cierta preocupación,  gritos desesperados, desgarradores, luego gemidos lastimeros y por último, quejidos.  De repente,  un elocuente silencio que presagiaba un lamentable desenlace  hizo que todos esperaran lo peor.

Todos creen que el hombre está muerto. Sin embargo,  James tambaliándose entra de nuevo al bar  pero  esta vez, con la ropa hecha jirones y  sonriente   preguntado  por  la tercera prueba:

-”¿En qué piso es que está la señora que tiene la muela picada?”

Escribenos tu comentario