Publicado en Derechos
“Está bien que usted crea en los derechos del animal, pero usted no debería decirle a otras personas qué es lo que deben hacer.
Ahora ¡es usted quien me está diciendo lo que tengo que hacer!
Cada uno tiene el derecho a tener sus propias opiniones, pero la libertad de pensamiento no siempre implica la libertad de acción.
Usted es libre de creer lo que usted quiera siempre y cuando no lastime a los demás.
Usted podrá creer que los animales deben ser sacrificados, que la gente de color debe ser esclavizada o que las mujeres deben ser golpeadas, pero no siempre tiene el derecho de llevar sus creencias a la práctica.
En cuanto a decirle a la gente qué es lo que debe hacer, la sociedad existe para que se establezcan reglas que gobiernen la conducta de la gente. La naturaleza propia de los movimientos reformistas es decirle a los otros qué hacer; por ejemplo: no utilicen humanos como esclavos, no acosen sexualmente a las mujeres, etc. y todos los movimientos inicialmente encuentran oposición de gente que quiere seguir comportándose de una manera inapropiada”.