Más saludable que inscribirse en un gimnasio

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Publicado en Adulto Mayor, Deportes, Prográmese

Ir al gimnasio no es tan bueno
El sentido de observación me dice que la mayor parte de quienes se “afiebran” a inscribirse en un gimnasio dizque para obligarse (adquirir constancia) a hacer ejercicio por mucho tiempo, caen en lo que no querían caer: en el sedentarismo.
Consideren entonces la siguiente alternativa: ensayen caminar al menos 3 veces por semana durante 30 minutos seguidos. Esto para habituar el cuerpo a una rutina. En lo preferente caminen a primera hora de la mañana pues eso les ayuda a dormir mejor en la noche.
Así como es contraproducente comprar aparatos o improvisar un “gimnasio casero” pues la deserción posterior inevitable influye sobre la fuerza de la voluntad y el desánimo, es mejor hacer uso del ejercicio sin aparatos. No los compre así sean baratos, no se encarte. No se deje engrupir o lavar el cerebro por la TV.
Investigue qué hay en el parque más cercano a su residencia, es probable que allí haya un gimnasio al aire libre. Establezca un horario que pueda ir cumpliendo, primero unos 15 minutos y luego irá incrementando la intensidad y el horario. Hágase acompañar. No olvide los ejercios previos de estiramiento. Evite hacer ejercicios con música estridente. Aléjese de ella. Investigue cuál es la rutina de ejercicios que más se ajusta a su edad y condición física y no se obligue a ajustarse a la de otros. Sea progresivo pero no exagerado.
Hay mucho tipo de ejercicio que podría escoger e incluso en su buscador por la internet puede conseguir el profesor que necesita gratis: yoga, tai chí, gimnasia, tensión dinámica, etc. Hay rutinas para toda edad y condición.
Recuerde que el ejercicio le ayuda a combatir la tensión arterial alta después de varios meses, le evita la presencia de otras, le fortalece el sistema circulatorio e inmunológico y no le cuesta nada. Adquirir la cultura del ejercicio al aire libre es un aspecto básico de mantener una excelente salud.

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