NOTAS DEL LIBRO LA VOZ DE LA CÁBALA

0

Publicado en Correspondecia Recibida, Magia Blanca, Numerología

“Todos nosotros conocemos ese sentimiento que brota cuando despertamos una mañana pensando que debe haber algo más en la vida que lo que tenemos. Pero, ¿realmente sabemos lo que queremos? ¿Podemos enumerar lo que nos brinda satisfacción y plenitud?
Después de muchos siglos de batallas y peleas, las personas empezaron a darse cuenta que sus creencias no las conducían a la felicidad, y esta es la esencia de la crisis global actual. Nosotros, toda la humanidad, ya sabemos
que no hay nada que podamos hacer para garantizar nuestra felicidad o seguridad personal, ni la de nuestros hijos. Por esta razón, la enfermedad con más incidencia en el mundo occidental es la depresión; el resultado directo de esta desilusión.

Para recibir placer es necesario conocer la ley universal que gobierna toda la naturaleza, asemejarse a ella, y así, automáticamente, todos los placeres del universo seran nuestros. El problema, no es que queramos disfrutar, sino que no queramos saber de dónde proviene el placer.

“…es totalmente imposible realizar el más mínimo movimiento sin alguna motivación, o sea, sin la posibilidad de beneficiarse de alguna forma.

Los deseos no surgen de la nada. Se elaboran inconscientemente en nuestro interior y surgen solamente cuando llegan a ser algo definido, como “Quiero pizza”.

Platón dijo una vez, “La necesidad es la madre de la invención”, y estaba en lo cierto. De forma similar la Cabalá nos enseña que la única forma en la que podemos aprender algo es primeramente queriendo hacerlo. Es una fórmula muy simple: cuando queremos algo, hacemos lo necesario para conseguirlo.

Esto significa que el motor del cambio es el deseo.
El motor de cambio -el deseo- está hecho de cinco niveles, de cero a cuatro. Los cabalistas se refieren a este motor como “el deseo de recibir placer”, o simplemente “el deseo de recibir”.

seamos conscientes o no, estamos en realidad tratando de controlar la naturaleza y tomar el asiento del conductor.

“…como el hacha corta y divide un objeto físico en dos, así la desemejanza en forma separa y divide el objeto espiritual en dos… En conclusión, la cercanía o lejanía corporal, no es lo mismo que la cercanía o lejanía en nuestra vida interna. Es decir, cuando hay algo que realmente queremos o con el que sentimos proximidad, éste ocupa todos nuestros pensamientos, sentimientos e imaginación.

La naturaleza del hombre es pensar en sí mismo y su propio provecho, mientras que la Fuerza Superior que activa y dirige nuestras vidas y toda la realidad, actúa sólo por amor; para dar, otorgar.

Mientras sigamos pensando sólo en nosotros mismos y en nuestro beneficio personal, no podremos saber las causas de lo que ocurre a nuestro alrededor y dentro de nosotros, ya que quedaremos en un estado opuesto al de la Fuerza Superior. Sólo si encontramos la manera de elevarnos por encima de nuestro egoísmo, liberándonos de la auto-preocupación, alcanzaremos la medida de equivalencia de forma, como dijeron nuestros sabios: “Así como Él es misericordioso, también tú serás misericordioso, así como Él es piadoso, también tú serás piadoso…”. Así penetraremos en un mundo nuevo, de otorgamiento, generosidad y amor. Por consiguiente, lograremos experimentar el bien y la felicidad; ¡la Meta principal de la Creación!

La naturaleza interna del ser humano es el egoísmo, el deseo de recibir placer.

cada individuo está conformado por cuatro elementos que definen su carácter, manera de pensar y acciones, en cada momento: • Materia prima – el “yacimiento”: esto constituye la esencia interna del ser humano. • Atributos invariables: las leyes de desarrollo del yacimiento jamás cambian.
Cualidades cambiantes bajo la influencia del entorno: el tipo de semilla permanece, pero su forma externa cambia de acuerdo a su ambiente, externo.
El tercer elemento, entonces, son las leyes según las cuales el entorno afecta al individuo y causa cambios en sus atributos modificables.
Cambios que afectan el entorno externo:Con respecto al ser humano, este cuarto elemento se refiere a cambios en el entorno mismo, que afectan la manera en que éste influye sobre los atributos cambiables del yacimiento.

la Luz nos muestra no sólo quiénes somos, sino también quién es el Creador y cómo podemos asemejarnos a Él. COMPRENDER SIGNIFICA SENTIR

Cualquier acción o intención que se origine en la necesidad de integrar la humanidad en una sola entidad es considerada altruista. Inversamente, toda actividad o intención que no se enfoque en unir a la humanidad es egoísta. Nuestra oposición a las leyes de la Naturaleza es la fuente de todos los sufrimientos que presenciamos en el mundo. Y por ser el individuo el único que no las cumple, se puede concluir que es el único elemento corrupto dentro de ella El resto, es decir, los minerales, las plantas y los animales, acatan las leyes altruistas de ésta, por instinto. Sólo el comportamiento humano contrasta con el del resto de la Naturaleza y con el Creador. El sufrimiento que vemos a nuestro alrededor no es únicamente el nuestro. Todos los demás niveles de la Naturaleza se ven afectados por nuestras actividades equivocadas. Si corregimos nuestro egoísmo transformándolo en altruismo corregiremos, por consiguiente, todo lo demás: la ecología, el hambre, las guerras y la sociedad en general.

Cuando pensamos en los demás nos integramos a ellos y ellos a nosotros

Fuimos creados como una unidad que posteriormente fue rota, y ahora debemos volver a integrarnos.

La corrección se inicia cuando una persona se da cuenta que su naturaleza egoísta es el origen de todo mal. Es una experiencia muy personal e impactante, pero invariablemente lo lleva a uno a desear transformarse, y cambiar del egoísmo al altruismo.

Dios siempre otorga el bien a Sus criaturas, sólo que este bien llega por vía de una Providencia Guiada”.

De manera sorprendente (o no), los estudios más recientes nos muestran que una vez que tenemos la cantidad suficiente para llenar las satisfacciones básicas, el dinero deja de ser una fuente de felicidad.

Para descifrar el secreto de la felicidad, debemos descubrir en primer lugar quiénes realmente somos y cuál es nuestra naturaleza, lo cual es muy sencillo: Somos el deseo de ser felices.

“… El deseo de recibir placer constituye toda la sustancia de la Creación, desde el principio hasta el final, hasta que toda la incalculable cantidad de criaturas y sus variedades no son otra cosa sino grados y valores distintos del deseo de recibir.”

la felicidad no depende de qué cantidad de dinero ganamos o qué tan bien funciona nuestro matrimonio. De hecho, no tiene relación alguna con cualquier placer terrenal que tratemos de recibir, sino con nuestra condición interna.

La verdadera felicidad se encuentra a la vuelta de la esquina, esperando a que aprendamos cómo experimentarla, cómo agregar la intención a nuestro deseo.

El Creador ha creado un plan de entrenamiento para nosotros. Éste nos enseña cómo abandonar el deseo egoísta en favor del amor hacia el prójimo. Cuando esto suceda, podremos amar de verdad…

la realidad que nos rodea depende totalmente de nuestras condiciones internas. Por consiguiente, únicamente nosotros podemos cambiarla.

NUESTRA VIDA ESTÁ DENTRO DE NOSOTROS Nuestro mundo existe dentro de nosotros. Nuestros cinco sentidos reciben estímulos externos y los transmiten al cerebro, donde se procesan, formando una imagen del mundo, pero no percibimos nada fuera de eso. El universo en sí nos es desconocido.

todas las personas están enlazadas entre sí como una sola porque rechazamos tal relación.

Si reemplazamos nuestro egoísmo por los atributos de amor y otorgamiento de la Naturaleza, vamos a percibir y experimentar cosas completamente diferentes a nuestro alrededor, que nunca habíamos notado. Es más, todo lo que veíamos antes estará ahora lleno de plenitud, eternidad y tendrá un propósito determinado.

El propósito de nuestra vida es, de manera independiente, elevarnos de esta existencia limitada a la verdadera y eterna. el milagro verdadero no se da por arte de magia, sino por un cambio de nuestra naturaleza a otra de otorgamiento, por el deseo de elevarnos espiritualmente.

“Lo que fue, eso será, y lo que se hizo, eso se hará; no hay nada nuevo bajo el sol”

EN EL MUNDO ESPIRITUAL, EL MILAGRO ES LEY El mundo espiritual está fuera de los límites de nuestra percepción. En nuestro mundo, todo se hace de acuerdo a leyes de recepción, del ego, mientras que en el mundo espiritual, todo ocurre de forma ilimitada e infinita, y se maneja de acuerdo a leyes de amor y otorgamiento, la física espiritual. Cuando alcanzamos la Fuerza Superior, entendemos que no hay milagros, sino que interpretamos así ciertos eventos porque estamos todavía en un nivel en el que no podemos percibir la Naturaleza Superior. O sea, estamos limitados a nuestra estrecha dimensión física que somos capaces de captar. Por eso, lo que a nosotros nos parece como un milagro es una realidad clara en la espiritualidad; una ley real de la Naturaleza.

LEY DE LA RAÍZ Y LA RAMA Una de estas leyes espirituales es la “ley de la raíz y la rama”. Ésta determina que todo lo que ocurre en el mundo corpóreo es una copia, un sello, de lo que ocurre en el mundo espiritual, el mundo Superior.

Todo lo que nosotros pensamos, percibimos, sentimos, imaginamos, vemos, escuchamos, etcétera, ya ha sido determinado y decidido en el mundo Superior, sin que estemos enterados para nada de ello.

“…no existe ni un elemento o acontecimiento en la realidad de nuestro mundo inferior [corporal], que no tenga su ejemplo en el mundo Superior [espiritual], de forma equivalente como de dos gotas de agua, llamadas, “raíz y rama”. Es decir, que la parte que se encuentra en el mundo inferior [nuestro mundo] es considerada la “rama” que corresponde a su ejemplar el cual se encuentra en el mundo Superior. Y éste último es la “raíz” de esa parte inferior, ya que es de allí [del mundo Superior] que fue grabada y formada aquella parte del mundo inferior”.

Hasta cierto punto, las novelas de fantasía se remiten a esta necesidad en nuestro interior y nos proporcionan un sustituto temporal de la realidad más honda que andamos buscando. Nos introducen a mundos alternativos, encantados y misteriosos; nos hablan de otras dimensiones, gobernadas por poderes legendarios que pueden cambiar nuestro mundo.

Vamos a descubrir que el mundo encantado que la humanidad ha buscado en Alicia, Narnia, Oz y Harry Potter está de hecho a la vuelta de la esquina, no en otra vida, sino sencillamente en una intención. La verdadera magia está dentro de nosotros y la palabra que la convierte en realidad es “amor”.

Aunque somos distintos en la elección del placer, el común denominador es la necesidad de llenar lo que sentimos que nos falta.

En conclusión, toda la vida vamos tras algún “fantasma” que se esfuma al atraparlo.

LOS CINCO GRADOS DEL DESEO Los deseos del ser humano se dividen en cinco grados, en escala ascendente según nuestro nivel de desarrollo: El primero, el básico, es para el alimento, la salud, el sexo y la familia. El segundo, es el anhelo por el dinero, el cual creemos nos asegura la supervivencia y un buen nivel de vida. En el tercero, queremos honor y control, sobre nosotros mismos y los demás. En el cuarto, nos parece que alcanzar conocimientos nos hará felices. Tan sólo en el quinto grado de desarrollo del deseo entendemos que hay algo que sobrepasa lo que captamos, algo que dirige nuestras vidas, y a eso nos queremos vincular.

EL PUNTO EN EL CORAZÓN Los cabalistas denominan a la totalidad de nuestros deseos como el corazón humano, y al deseo más elevado -el anhelo por el mundo espiritual- lo llaman el Punto en el corazón, que produce en nosotros una sensación de falta de sentido, despertándonos la necesidad de buscar algún objetivo en nuestra vida y una razón para vivir. La persona en la que ha despertado el Punto en el corazón, LLENAR EL VACÍO La persona en la que despierta el Punto en el corazón, va en busca del anhelado placer espiritual, el llenado completo y eterno, según los cabalistas. Cumplir los deseos corporales y humanos calma al ser humano. Pero cuando se despierta el deseo por la espiritualidad, uno no sabe cómo satisfacerlo. Aún más, desconoce lo que ha despertado en él repentinamente. Y por lo tanto, permanece insatisfecho, llevándolo a sentir impotencia, desesperación, frustración e incluso falta de sentido en la vida. Esta sensación es la razón principal del continuo aumento en el uso de drogas, alcohol y de otros escapes.

La saciedad del deseo por la espiritualidad le brinda al ser humano la sensación de una vida eterna y completa, una existencia por encima de su vida corporal. Esta percepción es fuerte, al punto que, en el momento de separarse de su cuerpo físico, no siente que ya no está con vida, porque se “identifica” con el llenado más elevado que existe en el Punto en el corazón, su nueva vasija de percepción.

“todos los mundos, el de Arriba y el de abajo, se encuentran dentro del hombre”. único camino que nos queda para ayudarnos a nosotros mismos y al mundo que nos rodea es “trabajar” internamente, reemplazando nuestro deseo de auto complacencia por el deseo de “satisfacer al sistema”.

Cada día nos volvemos más y más egoístas, aumentando las desavenencias y alejándonos del principio de unidad. El hombre no sólo explota a sus semejantes, a los animales, plantas y minerales, sino que también se complace
en erigirse sobre la ruina de los demás. Y entre más egoístas somos, mayor es la reacción de la naturaleza para restablecer el equilibrio. Por esta razón, sentimos que está cobrando venganza, cuando en realidad, simplemente intenta corregir el daño que hemos causado.

Tan sólo se necesita la voluntad para dar el primer paso

El ego y la globalización nos encarcelan dentro de un círculo vicioso, que no nos permite respirar.

Además, hay que despertar la conciencia pública al hecho de que somos todos partes de un solo cuerpo compuesto de múltiples células. Cada una de las células de este sistema humano tendrá que entender que el modelo económico más beneficioso para sí misma es la felicidad de otra persona, y que sólo así podremos asegurar nuestra estabilidad

Cuando nuestro mundo empiece a cambiar de dirección hacia el requerido equilibrio con la Naturaleza, los resultados no tardarán en llegar.

“…cada miembro está obligado por Naturaleza a cubrir sus necesidades básicas a través de la sociedad, y también a beneficiar a la sociedad con su propio trabajo”

“Y lo maravilloso de ello es que la Naturaleza, cual hábil juez, nos castiga de acuerdo a nuestro desarrollo, pues como ven nuestros ojos, cuanto más se desarrolla la humanidad, tanto mayores son los dolores y sufrimientos por conseguir nuestro sustento”. ”

Tal como lo expresa el Rey Salomón, no está en manos de los gobernantes determinar el curso que sigue el mundo; está en manos de la fuerza que lo ha creado y lo guía. Es por eso que está escrito, “A ti se te ha mostrado para
que supieras que el Señor, Él es Dios; no hay nadie más que Él”.

El cabalista Rabí Ashlag explicó que, “No hay nadie más aparte de Él” significa que todo lo que experimentamos, bueno y malo, amigos o enemigos, son todos Sus mensajeros, sin excepción. Y si ésta es la manera en que los enfocamos, descubriremos al Creador a través de nuestra relación con ello.

A medida que el ego crece y la diferencia con el Creador se acentúa, el dolor de cabeza se convierte en “migraña”. Pero, si trabajamos dentro de nosotros, mientras es una pequeña jaqueca, ésta no tendrá que convertirse en una migraña, por lo que evitaremos la necesidad de hacer frente a las tragedias colosales. Percibiremos la vida y nuestras relaciones con los demás, como una secuencia de revelaciones, infinitas posibilidades de parecernos al Creador. Por consiguiente, sentiremos amor por los demás en lugar de odio, y la escuela rigurosa se convertirá en un alegre jardín de juegos.

el propósito de la vida no es una cuestión personal, sino una percepción “panorámica”, amplia, de todo lo que existe.

Tarde o temprano, tendremos que despojarnos de las máscaras y alojar al prójimo en nuestros corazones, no en nuestras salas de encuentro.

“…Dios es el bien absoluto, supervisándonos en completa benevolencia sin ninguna pizca de maldad, en una supervisión particular. Esto significa que Su guía nos fuerza a pasar por una serie de fases en forma de causa y efecto… hasta que estamos capacitados para recibir el bien deseado”. “Todo está en manos del cielo, excepto el temor al cielo

“…Sin embargo, antes de pedir la libertad, tenemos que asegurar que tenemos la capacidad de actuar libremente, con libre elección.
La educación es lo que queda cuando el hombre olvida todo lo que ha aprendido en la escuela”.

La esencia de la educación radica en enseñar al niño a ser un verdadero hombre, no sólo un “adulto”, sino un “ser humano”, en el completo sentido de la palabra. Es decir, aquel que tiene valores verdaderos.

Nuestras relaciones interpersonales se tornarán armoniosas cuando recordemos el infinito amor que podemos experimentar cambiando nuestro enfoque de recepción para nosotros mismos a otorgamiento. Entonces, encontraremos el balance no sólo en nuestra vida personal, sino también respecto al resto de habitantes sobre la Tierra.

La Cabalá es llamada “la ciencia de la recepción”, porque nos enseña cómo recibir, lograr la eterna felicidad, tranquilidad, serenidad, paz y amor ilimitados. Es decir, nos enseña que en lugar de agotar nuestra vida persiguiendo metas efímeras, que tarde o temprano, pierden su atracción, podemos aprender cómo recibir el placer que permanezca para siempre.

Ellos simplemente no entienden la manera de pensar de las mujeres; ellas, simplemente no comprenden sus prioridades. La verdad es muy sencilla: la raíz espiritual de los sexos es realmente distinta. Cómo establecer un camino en conjunto es el secreto verdadero.

Una pareja que se une para alcanzar una meta más elevada, crea mutuamente una nueva vasija espiritual que no existía en la realidad. Esta nueva vasija que resulta de este proceso no es ni masculina ni femenina, sino, una nueva “especie”, dentro de la que se hace posible recibir la Abundancia Superior y una vida eterna que no es posible alcanzar por separado.

Una pareja que está consciente del hecho que el desarrollo espiritual es el mejor regalo que puede dar uno al otro, y actúa constantemente para alcanzarlo, es la más feliz del mundo. La conexión entre ellos se basa y contiene un significado verdadero, a través del cual se embarcan unidos en el camino hacia la felicidad.

La letra Bet proviene originalmente de la Sefirá de Biná. Ésta representa la actitud de amor y entrega del Creador hacia el ser humano. Los Diez Mandamientos, son diez leyes espirituales que guían al ser humano en su sendero espiritual hacia la Meta de su creación.

El Creador creó una realidad compuesta de dos fuerzas, el deseo de otorgar y el de recibir, el Ego, representados por el Cielo y la Tierra. Esto se expresa en el famoso versículo de la Biblia sobre la Creación, “En el principio Dios creó el cielo y la tierra”. el Creador creó el mundo y todas las criaturas para deleitarlas con el placer de Su Luz y Abundancia. Esta Abundancia, sin embargo, aunque se le esté prometida a todos los seres humanos, se puede
alcanzar solamente al igualarnos al Él.

cuando despierta el punto espiritual en el ser humano, éste no puede seguir morando donde reina el ego.

amar al prójimo es la entrada a la espiritualidad. Vivimos en un mundo materialista y competitivo, en el que el hombre es un lobo del hombre, y es precisamente esta época que destaca la gran necesidad de la unión entre las personas.

“…el rezo tiene que realizarse en el corazón… O sea, que el corazón esté de acuerdo con lo que el hombre expresa con sus labios… ‘porque el hombre mira con sus ojos, y el Señor ve el corazón’”.

Si deseamos avanzar en la espiritualidad, debemos pedir sólo dos cosas: unidad y amor hacia el Creador, en lugar de simplemente empaparnos con el placer de Su Luz y nada más.

Si nos esmeramos en realizar este cultivo seremos “como el árbol plantado al lado de corrientes de agua, que da su fruto en la estación y cuyas hojas no se marchitan; y serán prósperos en todo lo que emprendan”

El agua existe arriba -en el cielo- y abajo -en la Tierra. Es el ingrediente principal de todo lo que tiene vida. Por tanto, no es sorpresivo que el agua represente también a la Naturaleza o más precisamente, la misericordia. Así como la Naturaleza es omnisciente, el agua también contiene toda la información en el universo. Las plantas saben cómo usar esta cualidad del agua y ésta les dice cuándo es tiempo de florecer. Para crecer, una planta necesita sólo agua y minerales que la mayor parte de las veces extrae del agua misma. No existe otra sustancia que tenga la capacidad de ser la única causa de vida y crecimiento como el agua. El ciclo hidrológico permite al agua conectar a los mundos
de “arriba” con los de “abajo”, tal como lo hace el Creador en la espiritualidad. Así, saber cuánto y cómo regar una planta es la única y más importante información que necesita el jardinero.

Para hacer un cambio hacia el altruismo es imprescindible percatarnos de que el egoísmo es malo para nosotros, y consecuentemente, querer cambiarlo. El egoísmo nos aleja más y más y las familias se desintegran. Nos separamos, pero descubrimos que esto no nos hace más felices. Esta es la ruina verdadera.”

Escribenos tu comentario