Nuestra dura, compleja y dificil realidad

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Publicado en Prensa hablada y escrita

Por: José Neira Rey

 

1.-Durante el desarrollo del encuentro con el Sr Presidente y algunos ministros, efectuado el sábado anterior en las instalaciones del Colegio Teresiano, de la congregación de las Hnas Carmelitas y que fue orientado y manejado no solo por el primer mandatario, sino por el Sr Gobernador del Departamento y la Sra. Alcaldesa de Cúcuta ,bajo la égida de sus muy particulares y especiales propósitos, porque pudieron participar solo los que ellos quisieron, incluido el show del ex congresista y ex embajador Moreno de Caro, así como las desatenciones con Leonardo Méndez el vocero del gremio de os transportadores por carretera y representante de COLFECAR; y, lo que aconteció con la Dra. Magdalena Pardo, actual Presidenta de la Cámara de Comercio e Integración colombo-venezolana –quien quería aportar al evento y varias veces intentó que le otorgaran la oportunidad de intervenir –pero que no fue reconocida, ni atendida por quienes conducían la convocatoria ,dejan de manera clara y manifiesta, que una cosa en buscar soluciones a una situación tangencial ó pasajera , y otra – y ,muy otra –coordinar y propender por las más ilustradas y convenientes opciones ante una crisis ó conflicto de ordenes mayores, como el que ahora se cumple y `produce convulsiones y altas vibraciones, entre Venezuela y Colombia.

Y, porque las soluciones o acuerdos de gestión, cuando son delicados y complejos los temas por resolver , generan más suspensos, si se formulan e intentan resolver de un solo envión ó al calor de las primeras impresiones, lo acontecido en este Concejo Comunal, es viva prueba de ello. Por eso, esta nueva visita si bien tuvo algunos positivos anuncios y una gran prudencia en los aspectos nacionales más críticos, no cubrió la gama de lo que se esperaba, ni clarificó la perspectiva de lo que se insinúa, para esta zona fronteriza, agitada por varias vicisitudes y en medio de peligrosas amenazas sociales y económicas, debido a su alto grado de vulnerabilidad, dependencia y marginalidad, porque experimenta, una auténtica emergencia social y económica.

2.- La participación política o congresional, no tuvo mayores expresiones, mientras la de los cañicultores y carboneros vale ser destacada, junto a los datos suministrados por el SENA y el ICBF, más lo que ocurre presupuestal y financieramente en las Alcaldías. Además, la academia no se hizo presente y la temática sobre servicios públicos fue convulsa, como sin vocería todo lo atinente a la industrialización de nuestra inmensa y rica potencialidad minera, el turismo y los empalmes, conexiones y vínculos con nuestros vecinos colindantes. Y, como si constituyera un tabú y no la oportunidad de hallar alternativas- dentro del ámbito y concepción de la frontera y como debiéramos hacerlo-, nada se definió en el establecimiento de instrumentos de empalme y promotoría para canalizar y mejorar las relaciones inter-fronterizas, los seguimientos nacionales y las aproximaciones binacionales.

3.-Pero, lo que más me impactó y hasta me hizo decaer más el ánimo ,fue el escuchar la aproximación del final de la Zona Franca Industrial y Comercial de Cúcuta, cuando se anunció que sus terrenos –cerca del aeropuerto y sobre la avenida de Los libertadores-se transformarían y tendrían un nuevo uso, tal como ya había ocurrido con la mitad de su área ,para ocuparla ,fraccionar la iniciativa y destinarla a actividades completamente diferentes a ese mecanismo de desarrollo comercial e industrial internacional y sin que , distinto a mis repetidas protestas y amonestaciones públicas, quienes debieran obrar y defender este logro, se pronunciaran ó dijeran algo. Y, duele reconocer esto, porque pocos saben el esfuerzo para obtener y comenzar los desarrollos de la Zona Franca y lo que significa y representa en este momento, proyectarse al mundo y utilizar la ficción de la extraterritorialidad aduanera, para competir globalmente, con un instrumento de comercio exterior, como este.
Obviamente, ese sueño e ideal ,formado y forjado a pulso y con las mayores y mejores intenciones de transformación y cambio, pero –infortunadamente- sin el respaldo vigoroso y permanente de una dirigencia asociada y activa, que llegó hasta aceptar la pérdida de su manejo y la distorsión de su cometido ,al permitir su socavamiento, mutilación y extravío en su dirección, representatividad y operatividad, demostraba irrecusablemente -y una vez más -, que nuestro mayor problema, no es lo económico, sino lo humano y político en el actuar. En consecuencia, la tarea, hasta hallar un mejor sendero y en terreno más firme, no será fácil, ni pronta.
JNR

 

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