Reciba mi más efusivo saludo y mis deseos porque los ciclos que hay que cerrar los cierres para dar paso a nuevas experiencias y motivos de satisfacción personal para tu dicha y la de tu familia.
Te comento algunos aspectos aspectos claves que debes tener en cuenta para que lo que quieres tu mismo lo propicies. Acuérdate en los términos que manejas el “Ayúdate que yo te ayudaré”
Pues bien: Hay que trabajar sobre el control y encauzamiento de tus emociones.
A veces uno puede pedir a Dios mucho trabajo y lo que resulta es que uno mismo lo atrae pero uno mismo es el que se lo dá.
Uno mentalmente debe ser muy preciso con la imagen que quiere atraer a la vida diaria de uno.
Me explico en otros términos: ¿Te acuerdas del chiste flojo que dije la vez pasada sobre el hombre que se encontró una lámpara maravillosa y cuando el genio le dijo que le concediera un deseo sólo atinó a decir que quería que lo vieran más joven. Y atendiendo a ese deseo, el genio lo puso al lado de una señora de 90 años de edad?
Pues bien, ese señor sólo quiso que lo “vieran” más joven. No se vió él mismo más joven ni se sintió ni lo vivió antes de pedirlo.
Es muy importante tener control sobre lo que sale de la boca…Nuestros pensamientos son cosas no son sólo pensamientos.
Dios siempre nos escucha pero debemos ser muy claros en nuestros deseos porque sólo recogeremos experiencias y casi siempre la experiencia nos califica sin haber explicado la lección que necesitábamos aprender.
Es más, corremos el riesgo de repetir una y otra vez bajo diferente vivencia esas experiencias hasta que una vez nos damos cuenta que nos estábamos equivocando sin darnos cuenta…
Entonces como se trata de propiciar el cambio y sólo cada uno traerá esas circunstancias (señales) a su vida si en realidad quiere cambiar su mundo profesional en este caso, es hora de reflexionar mucho sobre uno mismo y lo que dice (decreta) y hace a diario.
Hay que preguntarse que aunque estoy dando un venturoso cambio espiritual y me siento muy feliz, ese bendito cambio debe abarcar una nueva forma de sentir, ser y tener en todo lo que haga y deje de hacer.
Debes hacerte a la idea de que te mereces algo mejor y que eso está en camino.
No es justo que trabajes 14 horas ya que en 8 puedes hacer más porque lo mereces y también toda tu familia.Empieza por ahora a hacerte a la idea que mereces contar con ocho horas para el descanso, ocho para ti y tu familia y 8 para el trabajo.
Lo mereces desde ahora. No va a ser para después. No digas cómo ni con quien lo vas a conseguir. Los designios del señor son infinitos.
Hay que dejar a un lado el temor, el miedo, la ansiedad y las preocupaciones. Cada día trae su propio afán.
Hay que hacer cambio en tus hábitos y manera de pensar respecto al futuro. ese se construye en el presente. No te preocupes (ocuparse antes de que algo que vendrá en el futuro nos afecará en el presente cuando en realidad esto no es cierto).
En el presente analiza mejor y analízate qué es lo mejor en ese momento pensar, sentir y hacer.Siempre hay una manera mejor de hacer las cosas o de dar una respuesta.
No le des poder a las circunstancias o personas sobre tí por muy amenazantes o importantes que te parezcan.
Cuando uno se ocupa primero de su habitual manera de pensar y la mejora, comienza a atraer las circunstancias y oportunidades que requiere para demostrarse que vale más de lo que actualmente cree que vale.
Si no mejoramos nuestra opinión de nosotros mismos le puede pasar a uno lo que le pasó a cierto hombre que se encontró un billete de lotería que le salió premiado pero camino a cobrar el premio lo perdió.
Lee esto varias veces hasta que el subconsciente lo vaya asimilando y lo haga parte natural de tu ser y hacer.
Dios te ilumine.
Rand randolph