“Países subdesarrollados”. ¿Por qué no dijeron “países en desarrollo”?

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Publicado en Economía

“Países subdesarrollados”. ¿Por qué no dijeron “países en desarrollo”?

¿Una cosa es grande o pequeña comparada con qué? Si asumimos que Colombia es un  país subdesarrollado también podemos afirmar con orgullo que tiene la ¡segunda mejor legislación ambiental del mundo. Es uno de los 17 países dueño de diversidad que no tienen otros países del mundo. Según dicen empleadores de otros países, los trabajadores colombianos son de los más eficaces del mundo. Tiene una de las mayores reservas de agua dulce del mundo, ya es autosuficiente en energía;  si se busca por el  lado de otros indicadores, la mujer colombiana es la mejor esposa delundo, el colombiano está entre los que mayor optimismo tienen, etc. etc. Para no llevar tanto la contraria no es aventurado decir que en algunas áreas somos un país en vía del subdesarrollo, es decir, del tercero y cuarto mundo y en otros campos somos del Primer Mundo.

Es verdad, la dirigencia a todo nivel hasta ahora ha resultado inferior a las expectativas. Esto ha dado como resultado la entronización de mafias alrededor de todo lo que huela a concentración, dinero y desigualdad a costa de tanta riqueza. Falta entonces coherencia y prueba de ello,  es la violencia fraticida que se libra en todos los órdenes…¡Sin embaro, somos optimistas!

Con relación a las expropiaciones como problema para los llamados “países del primer mundo” o países desarrollados,  en mi humilde concepto y por lo que pude verificar  preguntándole al Señor Google, no encuentro tantas expropiaciones ni antes ni después del año 2001. Por el contrario, las ventajas por tributación y concesiones para la expatriación de utilidades y capital es lo más significativo que ví en especial con las multinacionales petroleras.

Sólo Venezuela, en Suramérica nacionalizó su industria petrolera bajo el gobierno de Carlos Andrés Pérez y más tarde Hugo Chávez Frías  expropió empresas.  Hoy son gobiernos de corte nacionalista o socialista los que hacen eso de utilizar la expropiación como herramienta política para sostenerse o no,  ellos son: Ecuador, Bolivia, Nicaragua,  Venezuela y tímidamente Argentina.

Lo que no hay que perder de vista por parte del país que aspira a ser receptor de capital es el hecho de ignorar o perseguir al empresario ya que éste es en realidad el verdadero motor del desarrollo y progreso venga de donde venga o esté donde esté.  El empresario se va por múltiples razones: inseguridad, exagerada permisología, condiciones de infraestructura onerosas para la producción, transporte, logística y comercialización, legislación tributaria que no se corresponde a lo que se espera del Estado como facilitador del desarrollo, entre otros aspectos.

Pienso que la mayoría de los países latinoamericanos han mantenido una legislación relajada o permisiva respecto a las prebendas al capital extranjero.

La celebración de tratados bilaterales de libre Comercio y la adhesión a organizaciones tales como la OMC, dan la oportunidad de establecer reglas de juegos claras a la migración del capital y las empresas así como la tecnología y el Know How. La legislación sobre Patentes ha sido hoy aceptada en la mayoría de los países del mundo. Incluso en el caso de los Derechos de Autor, hay legislaciones donde esa violación es tratada como un delito penal.  Quizás en lo que se espera que favorezca al trabajador nacional por parte de países como Colombia es donde más se han tenido inconvenientes.

Por otro lado, la corrupción que campea a todo nivel, grupos insurgentes, bandas criminales y paramilitares como en el caso de Colombia,  gravitan con delitos tales como el secuestro y la extorsión sobre las expectativas de inversión ya que el factor incertidumbre tiene un gran peso en la decisión de traer capital extranjero a Colombia. Hoy Colombia cuenta con el deshonroso bochorno de contar a tres ciudades en el ranking de las 50 primeras en el mundo de tener más de 150 muertos por cada 100.000 habitantes: Cali (12), Medellín (14) y Cúcuta (23).

Hoy se nota qué tan estúpida es la insistencia de la lucha armada y sin embargo, esa terquedad pone en evidencia el perjuicio que causa a Colombia los grupos guerrilleros al asirnos a todos los colombianos al mote de países que nos cuesta salir más del subdesarrollo.

En otra dimensión,  pero  igualmente dañina,  es el daño que causa ciertos  sectores  políticos que aliados con el paramilitarismo han perjudicado a Colombia a través de desplazamientos, persecuciones  y muertes laborales, políticas, que han facilitado los procesos de concentración de la tierra y el poder. Hoy esos seudopolíticos  astutament e,  proponen la “legalización de la droga”  quizás sólo con la intención oscura de quedar exculpados de torpezas pasadas y futuras.

El pretender justificar una medida de legalización de la droga por los recursos que se puedan recibir es desconocer que la educación y el buscar la igualdad social es posible en una democracia. Si sumamos lo que se gasta Colombia  en conflicto armado interno y corrupción,  fácilmente se puede apreciar que con esos UsD 40.000 o más millones de dólares anuales, tendríamos rápidamente a Colombia como un país del Primer Mundo,(la Europa devastada de la segunda guerra mundial  sólo necetó un préstamo de USD 10.000 millones una sola vez para. adelante)

En el caso de los Tratados de Libre Comercio celebrados por países como Chile, Perú, Costa Rica y Colombia,  con países desarrollados de este lado del mar y del otro lado del mar, a juzgar por la mecánica e imposiciones, cabe esperar que para algunos sectores de la producción y en especial el agrícola,  los convenios San beneficiado  a esos países avanzados por no decir avispados a tal punto que los subsidios a sus connacionales ponen en desventaja la competitividad del sector primario de los países en” vías del subdesarrollo”.

CIADI como organismo de arbitraje le falta mayor visibilidad para que como instrumento o herramienta de conciliación sea visto con mejores ojos por parte de todos.

El establecimiento de agencias en las capitales de cada nación latinoamericana por parte de organizaciones mundiales tales como las Naciones Unidas, el Banco Mundial, etc., han venido acelerando y facilitando la comunicación y reglas claras en todo tipo de relaciones.

La integración latinoamericana quizás se ha visto torpedeada por tratarse de economías similares y básicamente orientadas a la producción o extracción de bienes del sector primario. Hoy,  tratados como el de Cartagena  o Pacto Andino,  presentan graves retrocesos y son reemplazados por nuevos convenios bilaterales más que todo de índole sectorial. Ese eterno reencauche sólo revela qué tan poco se ha profundizado sobre el desarrollo sostenible.

Los países avanzados toman a estas  economía como proveedores de materias primas o productos sin marca  para comprar muy barato y dar valor agregado para vender con clara ventaja para ellos. Un ejemplo lo da la historia con el café, el carbón, los metales, etc. Nos asignaron un papel de proveedores de insumos, hoy ellos subcontratan y nosotros maquilamos pero, el bienestar social y la inclusión social,   desafortunadamente no crecen, el medio ambiente se afecta cuando  se vende la tierra para explotaciones mineras  que no generan trabajo ni ingresos  que lo justifiquen pero con grandes exenciones.

Cabe destacar que el sistema bancario o quizás mejor dicho el financiero,  siempre ha sido el “mimado” a juzgar por como han salido bien librados de las crisis en que han incurrido y reflotados por los respectivos gobiernos. Son como gatos: siempre caen de pie. Los decretos de los gobiernos  a través de las medidas cambiarias siempre les han permitido jugar con los recursos del Estado y la intermediación con monedas nacionales y extranjeras.

Por otro lado, la legislación cada vez más  avanza y se actualiza buscando brindar garantías a inversionistas nacionales y extranjeros. Eso está muy bien. El mundo cambia y nuevos desafíos surgen porque las relaciones, las costumbres y la economía también. El derecho como tal seguirá evolucionando. Pero hay principios y valores que deben prevalecer cuando el derecho se trate de ignorar. Alguien tiene  que defender y proteger al indefenso incluyendo al medio ambiente…Y es el Estado el que tiene que ser el garante de esos derechos.

Por último, hay que insistir en la necesidad de desarrollar una cultura de buen patriota y no mal patriota en los servidores públicos.  Dan la impresión de que por “estar de paso” sólo piensan en ellos y su jefe político. Parecen no sólo mercenarios en un puesto esperando quien los compre sino que muchas veces por omisión o acción venden a la madre patria…

Dayana Paola

Comentarios (1)

Porqué no países en desarrollo, por qué algunos países como Colombia crecen tan lento de uno, dos, o tres cada año, por qué Colombia no arriesga y siempre quiere estar estable, entonces nunca gana ni pierde, pero a ese ritmo nunca va alcanzar a los que si arriesgan pero van primero, entonces países como Colombia siempre van a estar subdesarrollados, por eso se llama hoy potencias emergentes a los países subdesarrollados que sí arriesgan y que tienen buenas posibilidades de ser potencia mundial, eso le pasa a Colombia por siempre seguir al pie de la letra las recomendaciones de los organismos internacionales y por miedo al riesgo.

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