Reposo del alma

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Publicado en Armonía

Martin Luther King, hijo, en su carta desde la cárcel de Birmingham incluyó una anécdota para ilustrar las recompensas de la perseverancia en la tradición no violenta.

Escribió acerca de una anciana negra de 72 años que todos los días andaba a pie un largo trecho durante un boicoteo de autobuses.

Estaba cansada y física mente debilitada, y alguien le preguntó por qué se empeñaba en apoyar la protesta no violenta.

Su respuesta siempre podrá ser guardada como un tesoro: "Mis pies están cansados pero mi alma está en reposo”.

Bayarri Rustin
 

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