Publicado en Los Hijos, Remedios Caseros
No debe ser motivo de preocupación. Generalmente, sobre los seis o siete años dejan de hacerlo.
No tiene nada que ver con problemas sicológicos si aún continua haciéndolo, lo hace porque le gusta.
Debe entenderse es que se trata de un acto involuntario y por lo tanto el niño no está consciente de ello cuando se lleva el dedo a la boca. No lo regañe. Sólo hágale caer en cuenta que se acaba de llevar el dedo a la boca y que debe hacer consciencia que no le conviene. En la medida que tome más conciencia del asunto, dejará este acto involuntario de lado. Háblele, no lo regañe ni reprenda.
