UNA SEMANA DE CLASE EL EL 2002

0

Publicado en Arte y Cultura, Derechos, Fábulas

LUNES
Y terminò diciendo:
-“La Tierra no la heredamos de nuestros padres. La Tierra la heredamos de nuestros hijos”.
Lo repitió tres veces diciendo al final que estas dos frases juntas màs que legado era una advertencia africana para todos.
Sus alumnas, en grupos de tres pupitres dobles, concentradas la seguían sin parpadear en sus desplazamientos de leona enjaulada. La clase de comprensiòn de lectura tenía un singular atractivo pues la profesora Elba Emira se sentía cada mañana, durante 45 minutos, a evitar que las mentes de sus alumnas de quinto grado fuesen gravemente afectadas por antiguos y nuevos “paradigmas” que condicionan el libre albedrìo, a travès de los medios de comunicación y la materialización de los mensajes por cuenta de sus mayores con ejemplo.
Furtivamente un pensamiento cruzò por su mente y creyò escuchar que le decìa en tono burlòn:
-”Soñar despierta tampoco cuesta nada”. De inmediato lo disipò dicièndose:
- “La esperanza no la podemos dejar en el olvido…Si soñar no cuesta nada, el dejar de hacerlo costarà un Potosì.

Tanto para Tatiana como para las demás compañeras de clase, fue también un alivio saber que el infierno no existe y que tampoco su sucursal, el purgatorio. Con alivio y un suspiro pensò para sus adentros que ahora el camino estara màs despejado para ser ellas mismas no sòlo porque lo habìa dicho el Papa sino porque tambièn hasta a travès de su corta vida, intuìa que Dios si era amor al 100%.

MARTES
Para finalizar clase, Elba Emira les encomendò analizar en casa, la siguiente frase :
“Si todos los Gobiernos del Mundo no gastaran durante cuatro días en armamentismo, habrìa suficiente comida como para calmar el hambre del mundo durante un año”.
La prisa por salir del salòn de clase fuè brevemente interrumpida por Tatiana mientras decía en voz alta:
-“¿Por què los Gobiernos del Mundo no lo hacen si es tan sencillo como lo dice la profesora?” Pronto su gesto inquisidor fuè absorbido por el bullicio y tropel de 44 estudiantes.
Tatiana en casa, acorralò a su padre con màs preguntas, quien no logró convencerla con el relato de Caìn y Abel, de que hay países pobres y ricos y otros argumentos emergentes como los de seguridad nacional.
-“Eso me huele a chachara de los gobernantes, papà; lo que no veo es que haya buena voluntad para nada”

MIÈRCOLES
La profesora les dijo con tono dramático:
-“En cierta ocasión el hombre quiso alargar el dìa y la noche murió todo comenzò cuando domesticò el fuego y mucho despuès con la energìa eléctrica. Pero parece que eso no fuè del todo bueno. Despuès de una pausa siguió:
-“Fìjense en nuestra región, tenemos una termoeléctrica que necesita carbón para producir energía; la termoeléctrica utiliza mil toneladas de carbón diarias y para sacar ese carbón, se talan dos mil àrboles para transformarlos en palancas para evitar que las minas se derrumben. Eso equivale a hacer que se corten setecientos veinte mil àrboles cada año y ni una sexta parte de ellos estamos reponiendo.”
El frenesì de la impotencia al final de la clase, transformaba el semblante de Elba Emira, ahora era una vidente motivadora que instaba a sus alumnas a ver màs allà de las señales y mensajes que el entorno les pretendìa imponer.

JUEVES
Tatiana tuvo una amarga experiencia cuando al idear una forma rápida para que fuera atendida a la hora del recreo, fuè reprendida severamente por la Directora del Plantel Educativo. Ella y sus pequeñas amiguitas, llamaban por el tèlefono de la Secretarìa del Establecimento para hacer pedidos de comestibles y demás antojos propios de la edad. A manera de pago contra entrega, a travès de las rejas de la puerta de entrada disimuladamente les funcionò la estrategia de obtener lo que querìan sin ser ignoradas, hasta que fueron sorprendidas por los dueños de la Tienda Escolar y la acusaron por violaciòn del Reglamento. del Colegio.
A Tatiana no le bastò alegar en su defensa algunos enunciados de los Derechos del Niño, tampoco argumentar que: -“ si habían acudido a la “competencia” era porque en la Tienda Escolar siempre las atendían de últimas asì hubieran llegado de primeras.”
La Directora, con ceño fruncido, puso fin al asunto e hizo astutamente uso rápido de su voz y autoridad, amenazando con llamar a los acudientes y con una nota menos en conducta para las implicadas, arreglò el asunto para la afectada Tienda Escolar.
Tatiana sòlo atinò a balbucear:
-”Si la igualdad existe aquì, entonces debemos esperar unos años màs; por ahora y para el Reglamento, hay alumnas màs iguales que otras por el sòlo hecho de ser màs altas”.

VIERNES
Al final de la clase, la profesora Elba Emira escribió una sola palabra en el tablero. SOLIDARIDAD.
Despuès de explicar el alcance de la expresión con algunos ejemplos a nivel de pueblos, regiones y familias bajo diferentes circunstancias , terminò diciendo:
-“ Aquellas alumnas que de manera libre libre y espontànea pudieran contribuir con media libre de arroz, un pan, una panela o lo que lo consideraran necesario, se los agradecerìa en el alma, pues el papà de Josefa había sido herido en un cruce de balas en la calle donde tenía su puesto de venta de empanadas y avena. Esa familia pasarà por una grave crisis y cualquier gesto Dios se los sabrà agradecer.”
De vuelta a casa, Tatiana se propuso cumplir su misión y reunió a sus padres, a su tìas y tìo, a su abuela Alicia. Su hermana que iba en otro grado, también le apoyò.
Despuès de un sentido discurso, no le pareció extraña la pregunta esperada de su tìa Graciela:
-“Y cuàntos hermanos son por todos?”
-“Son ocho”, respondió Tatiana.
Escandalizada la tìa Graciela se dirigió a los mayores en forma socarrona:
-“¡¿Entoncespara què son los condones?!”
Tatiana con sus once añitos, le espetò en forma tajante:
Tìa: ¡Si no tienen para comida mucho menos tendrán para condones!
El Lunes siguiente a las 7 a.m., un mercado para quince días antecedió la entrada de la pequeña gigante que oronda estaba convencida de la contundencia de sus argumentos.

Autor: Ernesto Contreras J.

Comments are closed.