Publicado en Correspondecia Recibida, Países y Regiones
Notas al margen Por: José Neira Rey
1.- Si los Presidentes Santos y Chávez, se atrevieran a dar los pasos para lograr entendimientos y acciones para la defensa y fortalecimiento de las áreas fronterizas y así pudieran nacer y estructurarse autenticas políticas de Estado, que vayan a la esencia del significado y alcance de estos nudos articulares del proceso de integración, junto a sus necesidades y soluciones que piden las poblaciones allí asentadas, otro, muy otro podría ser el panorama y las perspectivas para estas fajas territoriales, que con programas de capacitación y educación orientados al desarrollo de prospectos conjuntos y a la creación de empleos, bien podrían estimular proyectos de gran envergadura y de beneficio recíproco, como tantas veces se ha expuesto por los voceros de estas zonas llamadas a cumplir los designios de El Libertador Simón Bolívar, cuando desde el Congreso Constituyente fijo como misión y tarea la Unión, Unión, Unión , como el camino ,infortunadamente hasta hoy y por falta de representatividad política y verdaderos y comprometidos acuerdos binacionales, lo que hay no sirve, sino para demostrar que no hay ni en los Puentes Internacionales los más elementales apoyos, para el cumplimiento de una interrelación: ejemplar, constructiva, grata y visionaria.
A los políticos y a los entes que se crean con el propósito de formalizar grupos de presión y uniones para determinadas alianzas, se les olvida que las colindancias no son el patio trasero de los países, ni solo el límite de las naciones, sino la primera imagen de una noción de Estado y la concepción de una fraternidad bien valorada y proyectada.
2. Por eso al leer – hoy- los conceptos que desde Los Ángeles Time se divulgan, por los crecientes apoyos hacia el crecimiento de las asistencias energéticas entre Colombia y Venezuela -, internamente nos preguntábamos ¿ Cuánto no se favorecerían esta dos naciones si miraran más hacia dentro y hacia fuera e iniciaran ese proceso evaluando y apoyando más las perspectivas que tienen las fronteras, si se las dotara de una mejor infraestructura, de modernos servicios públicos, de estímulos e incentivos para la modernización de la gestión productiva y todo mediante unos prospectos y empeños que permitan e impulsen la educación y la labor asociada y compartida para penetrar en la competencia de los mercados internacionales y de sus demandas, en todo los órdenes del ejercicio que conlleva la superación humana.
3.- ¿Cómo es posible que los gigantes diferenciales de los productos básicos, solo sirvan para alimentar la ilegalidad, el contrabando y hasta la formación de grupos delincuenciales y de violencia fratricida?
¿Cómo hacer desarrollo si no tenemos políticas aduaneras y de servicios de comercio internacional para aligerar gestiones y mejorar los factores de intercambio?
¿Cómo, si no tenemos mecanismos para operar mejor con nuestras monedas y centros de investigación para identificar y constatar científicamente lo que mejor requerimos?
¿Cómo, cuando el tránsito de personas, vehículos y mercaderías, no tiene las claridades que debieran tener los elementales derechos de uso, para los habitantes de estas zonas de contacto?
Sí, hay, tanto, tanto por hacer en las fronteras, que a veces da susto y extrémese el ánimo, reconocer que pasa el tiempo y los Embajadores demoran más tiempo en entregar sus Credenciales, que en aportar algo y señalar directrices a las soluciones que piden y ameritan las fronteras .Por eso, la unión y la labor conjunta y en equipo, es el sentir sincero y trascendente de los hombres y mujeres que habitan las fronteras.
