Apostar sobre la base de deudas que pagar no es aconsejable.
Las deudas no llegan de un día para otro. Por lo general, son el resultado de una falta de mejor administración de recursos financieros, habilidades, tiempo, perseverancia, diligencia, eficacia, eficiencia de lo que se dispone y actitud.
Siempre se tiene un capital que está representado en una sumatoria de recursos que se deben administrar eficazmente. Si alguien por ejemplo en términos monetarios gasta más de lo que tiene como ingresos a causa de que con la debida anticipación no ha hecho un sencillo flujo de ingresos y egresos mensuales, cabe esperar que las dificultades se presentarán y se presentará una etapa de crisis, si no se ha ajustado a su realidad en cuanto a gastar más de lo que gana. Es verdad, que puede prestar pero eso también tiene un costo más, es verdad que puede utilizar tarjetas de crédito ellas también tienen un costo más…
Entonces, lo que habrá que hacer es un plan de ajuste temporal para no prolongar demasiado tiempo y acrecentar más el problema: recortar gastos superfluod o aquellos que no sea tan necesarios hacer, poner la cara y solicitar refinanciaciones, mayores plazos para pagar, entre otras cosas. Y buscar otras alternativas de ingresos diferentes a las de apostar porque en este campo, las probabilidades de ganar están en contra del apostador, es decir, hay que hacerlo como un hobby y no apostar por necesidad.
Quien apuesta libre de presiones puede tener mejor disposición para encontrar el dato clave y ello también exige preparación respecto a los resultados históricos del juego en cuestión y los análisis que se puedan hacer sobre el mismo.