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Hay muchas noticias que hacen referencia a manifestaciones populares o de ciertos grupos que son el desfogue de conflictos en muchos casos cuyos resultados nefastos se hubieran podido evitar.
En la mayoría de los casos si alguien se hubiera dado por aludido a tiempo y a tiempo hubiera iniciado los cambios necesarios o hubiera informado a los responsables de ellos, es muy posible que daños a la propiedad y a las personas se hubieran podido evitar.
Una audiencia que se niega o demora en dar, detectar las causas o los síntomas de una situación o problema que puede desencadenar reacciones con justificación o no pero cuyas consecuencias pueden ser lamentables, la demora en la toma de decisiones cuando es evidente una solución, la negligencia, incuria, la omisión, las excusas y francamente la maldita procatrinación de ciertos funcionarios son las factores detonantes.
Aparte de lo anterior, se pone a la Policía a hacer las veces de bomberos para apagar un incendio o reacción popular generado por la desidia de quienes están para servir al pueblo. Esos buenos servidores públicos que por cumplir con el deber se exponen al escarnio público, junto con el pueblo terminan pagando los platos rotos al igual que los manifestantes que protestan por un pésimo servicio al que tienen DERECHO.
