Publicado en La Meditación
No dejes de marchar cuando no hay camino, deja que tus pies abran el tuyo;
no te detengas cuando se hace oscuro; ilumina tu andar con la luz que hay en ti mismo.
La oscuridad más terrible no es la que te rodea, sino la que te habita.
La luz más bella no es la que te ilumina desde afuera, sino la que asoma en tus ojos, desde adentro.
El camino más malo no es tan malo, si por él vas a tu meta.
El camino más bueno no es tan bueno, si por él no llegas a destino.
No exijas más luz que la necesaria, para ver lo necesario,
ni más camino que para andar esta jornada.
No sabrás si hay luz mientras tus ojos no se hayan abierto.
Ni sabrás si hay camino mientras tus pies no hayan andado.
Si arde encendida la lámpara en tu interior, caminarás en la luz en medio de tinieblas.
Si tu lámpara interior se apaga, en medio de la luz, caminarás a oscuras.
Autor: Por conocer