Publicado en Adulto Mayor, Arte y Cultura, La Meditación, VISIBILIDAD
VALGO
De tanto perder aprendí a ganar; de tanto llorar se me dibujó la sonrisa que tengo. Conozco tanto el piso que sólo miro el cielo.
Toqué tantas veces fondo que, cada vez que bajo, ya sé que mañana subiré.
Me asombro tanto como es el ser humano, que aprendí a ser yo mismo.
Tuve que sentir la soledad para aprender a estar conmigo mismo
y saber que soy buena compañía.
Intenté ayudar tantas veces a los demás,
que aprendí a que me pidieran ayuda.
Tratè siempre que todo fuese perfecto
y comprendí que realmente todo es tan imperfecto como debe ser (incluyéndome).
Hago solo lo que debo, de la mejor forma que puedo
y los demás que hagan lo que quieran.
Vi tantos perros correr sin sentido,
que aprendí a ser tortuga y apreciar el recorrido.
Aprendí que en esta vida nada es seguro, solo la muerte…
por eso disfruto el momento y lo que tengo.
Aprendí que nadie me pertenece,
y aprendí que estarán conmigo el tiempo que quieran y deban estar,
y quien realmente está interesado en mi me lo hará saber a cada momento
y contra lo que sea.
Que la verdadera amistad si existe, pero no es fácil encontrarla.
Que quien te ama te lo demostrará siempre sin necesidad de que se lo pidas.
Que ser fiel no es una obligación sino un verdadero placer
cuando el amor es el dueño de ti.
Eso es vivir…La vida es bella con su ir y venir, con sus sabores y sin sabores… aprendí a vivir y disfrutar cada detalle,
aprendí de los errores pero no vivo pensando en ellos,
pues siempre suelen ser un recuerdo amargo que te impide seguir adelante,
pues, hay errores irremediables.
Las heridas fuertes nunca se borran de tu corazón
pero siempre hay alguien realmente dispuesto a sanarlas con la ayuda de Dios.
Camina de la mano de Dios, todo mejora siempre.
Y no te esfuerces demasiado que las mejores cosas de la vida suceden
cuando menos te las esperas. No las busques, ellas te buscan.
Lo mejor está por venir”
Jorge Luís Borges
MI ALMA TIENE PRISA
Conté mis años y descubrí ..que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que he vivído hasta ahora.
Me siento como aquel niño que se ganó un paquete de dulces y los primeros los comió con agrado, pero cuando percibió que ya quedaban pocos,
comenzó a saborearlos profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables
donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos,
sabiendo que no se va a lograr arreglar nada.
Ya no tengo tiempo para soportar a personas absurdas que,
a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia,. . mi alma tiene prisa…
Ahora Sin muchos dulces en el paquete…
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reír de sus errores. Que no se envanezca, con sus triunfos.
Que no se considere electa antes de la hora.
Que no huya de sus responsabilidades. Que defienda la dignidad humana. Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas…
Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñaron a crecer con toques suaves en el alma
Sí…, tengo prisa…, tengo prisa por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte alguna de los dulces que me quedan… Estoy segur@ que serán más exquisitos que los que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos
y con mi conciencia.
Tenemos dos vidas y la segunda comienza cuando te das cuenta que sólo tienes una.
Por si mañana ya no vivo o no puedo hablar,
hoy quiero decirte GRACIAS por formar de una u otra manera, parte de mi vida,
quiero que sepas que eres importante para mi,
gracias por haber tenido pláticas contigo, por si fueron constructivas,
o porque en algún momento me has hecho reír, llorar, preocuparme o reflexionar, .. eres una persona muy especial para mi,
te deseo lo mejor del mundo.
Ahora que estoy a tiempo
Jorge Luís Borges