Publicado en La Meditación
Para el papel del poeta, una perla es una lágrima del mar; pura los orientales, una gota de rocío, solidificada; para las señoras, una joya que ha de llevarse en los dedos, al cuello o en las orejas.
Mientras que para el químico es una mezcla de fosfatos y carbonatos de calcio y un poco de gelatina.
Y para los naturalistas es sólo la secreción de un órgano que, entre ciertos bivalvos, produce la madreperla.
Julio Verne