Orientación financiera 1

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Publicado en Administración, Correspondecia Recibida, Dinero

Pocas son las veces que alguien está consciente de lo que debe hacerse en un caso dado respecto a las consecuencias que puede traer una deuda que debe pagarse.
Quienes han pasado por las consecuencias, es posible que unas veces hayan echado la culpa a que se puso mal el negocio, otras que un socio le engañó y la lista puede copar más líneas de este artículo. Cada uno tendrá sus razones y reparos. Pero esto nos es el caso. La mayoría de los casos fué la falta de CONTROL y la negligencia al no aplicarse a un Flujo de Ingresos y Egresos que debe siempre servir de apoyo para la toma de decisiones.
En la Sección Autoayuda y Dinero hay artículos y enlaces que pueden servir de ayuda orientadora en cierta medida para comprender la situación y poder contribuir a situarse dentro del CONTEXTO apropiado para cada caso.
Una vez que que las amenazas de más pérdida se materializan o que se logra sortear la situación financiera o que el incumplimiento del pago genera incremento de la deuda, rara vez se hace un balance de las actitudes, hábitos, errores, equivocaciones o faltas de gestión oportuna para buscar situar la problemática dentro de un CONTEXTO.

Si se simplificara el asunto y se fuera honesto consigo mismo, el deudor podría deducir que si se hubiera dado cuenta cuándo fue que comenzó a gastar más de lo que ingresaba, se hubiera apretado los calzones. Entonces, un simple CONTROL hubiese sido de mucha ayuda. Pero, cuando se olvida la persona que una cosa es el negocio y otra el como consumidor, cuidaría más el negocio, cuando una persona piensa como La lechera de la fábula, pierde el NORTE y entonces está propenso como administrador a gastar más de la cuenta con tal de no bajarse del iluso sueño que no le deja ver la realidad a tiempo.
Siempre la demora en la toma de decisiones apropiadas trae consecuencias más onerosas.
El negocio es una cosa y la persona es otra cosa. Así el negocio sea de la persona, no es la persona. Si los ingresos son inferiores a los egresos, lo primero que hay que ser es evitar préstamos cuenta a gota o prometer o comprometer el futuro si las esperanzas de ganancias no están debidamente ajustadas a las realidad. Es posible que no se desee renunciar a determinado status o calidad de vida, pero el presupuesto debe reajustarse a la realidad. No gastar más de lo que se gana.
Es más, cuando se logra ahorrar al menos 10% de lo que se gana o en otras palabras se logra vivir con el 90% de lo que se gana, ahí es cuando se están creando las condiciones necesariaspara estar mejor, recuerde que con deudas que no sean productivas (que sirvan para pagarse y dejen buena ganancia) es mejor no meterse…a menos que esté seguro de ganarse la lotería.¿Usted lo está?
Y otra cosa: no crea en pajaritos preñados. Sea realista. Usted tiene más alternativas de las que se imagina, consulte, averigue, evite el complejo de culpa como excusa, el exceso de confianza, no haga eco de aquel dicho que hace referencia a ver los negocios con los ojos de otros avivatos que con tal de estafar engañan a tanto ingenuo que les extienden un cheque de confianza y dinero en blaco para que lo llenen: “jamás suficiente “masagua” para tanto marrano”

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