Publicado en Sexo
Nadie tiene el “derecho” a hacer el mal.
Por tanto, nadie tiene un “derecho” a elaborar, vender o usar la pornografía. Toda ley civil debe de estar de acuerdo con las leyes de Dios.
Los que promueven la pornografía a menudo usan una interpretación errónea de la Primera Enmienda a la Constitución
de EE.UU. para tratar de justificar esta actividad; porque la realidad es que esa enmienda nunca tuvo la intención de darles a los ciudadanos un derecho absoluto a hablar, escribir o publicar lo que quieran, sin tomar en cuenta los límites de la decencia.
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http://www.vidahumana.org/vidafam/porno/
porno_index.html