Publicado en Risa - Terapia
Esta historia es para gente que:
a) Tiene niños.
b) Que algún día tendrá niños.
c) Tuvo niños que ya son grandes.
d) Alguna vez fue niño.
e) Conoce a algún niño.
Mientras hacía la maleta para un viaje de trabajo, mi hijo de tres años estaba jugando en mi cama y se lo estaba pasando bomba. En cierto momento me dijo:
— Papi, mira esto —y puso dos de sus deditos frente a mis ojos.
Aunque tenía prisa no podía dejar pasar la ocasión de jugar con mi hijo, así que cogí su mano y metí los dos deditos de su mano en mi boca.
— ¡ME VOY A COMER ESTOS DEDITOS!!! GGGGGGGRRRRRRRRRR—
Le dije simulando comérmelos, antes de salir del cuarto de nuevo.
Cuando regresé, mi hijo estaba quieto en la cama mirando sus deditos desde varios ángulos y con una expresión de absoluta desolación en su cara, por lo que le pregunté:
— ¿Qué pasa mi amor?
Y él me contestó:
¿DÓNDE ESTÁ MI MOCO?