| Publicado en Leyes Espirituales
No eres más feliz porque tengas más dinero, más prestigio social o más satisfacciones sensuales.
Los bienes económicos pueden facilitarte comodidades materiales, y bien utilizados, te proporcionarán satisfacciones espirituales. Más, los placeres, como objetivo único de la vida, han hecho infelices hasta la miseria, a millares, porque su indisciplina aflojó sus energías espirituales y los alejó de Dios, quien es el Bien supremo, la Belleza absoluta, y nuestra suprema Felicidad.
La felicidad es un don esquivo para quienes la buscan en las cosas pasajeras.