| Publicado en Amor, Cine, La Meditación, La Pareja, Mujer, Relación con los demas
Desde que están saliendo los móviles o teléfonos celulares, en razón del acelerado progreso tecnológico, nuevas formas, presentaciones, ventajas y desventajas, avances, etc., de aparatos se ven en el mercado digital. Se está comprando la nueva innovación cuando diferentes marcas y copias están aprontándose para absorber y producir en serie el que se espera va a impactar al mercado en cuestión de unos pocos meses.
Ya se está volviendo tan de moda está volatilidad y manipulación de la moda en este campo de la manipulación que para las compañías que venden llamadas el utilizar como gancho para la permanencia del cliente es uno de sus mejores argumentos.
Trasladando el juicio anterior a asuntos del AMOR, se ve con cierta preocupación por parte de muchos padres de familia que los sentimientos también puedan ser manipulados tanto como las emociones. Ya se ve en las películas y programas de televisión que a diario y en cualquier horario se ven por televisión.
¿Se puede equiparar el amor a un gusto por un caramelo o un celular? Claro que no, pero, si por una comedia, una novela, una película, que por repetición una idea o acción, se ve una y otra vez repetida, una decisión tan trascendental como lo es “el acostarse” con el novio o mejor el “amigovio” de turno es equivalente a tomarse una gaseosa, se nota qué poco se puede avanzar porque ciertos estereotipos calan y socaban valores familiares que la exposición a la televisión destruye sin alguna contemplación.
Ya los noticieros hicieron su “¿arriba rating!” con base en convertirlos casi 100% en crónica roja. Desde hace un tiempo las comedias y malas películas gringas tan idénticamente copiadas por los nacionales realizadores, ejemplarizan idiosincrasia exterior para hacerlas globailizada simplemente porque es la moda sin pregu7ntarse a qué conduce ese predicamento.
Entonces, el afán de aventura se impone, el experimentar sin importar ni meditar en las consecuencias, el edonismo reemplazando a los valores o ignorándolos es lo que importa. Se cree tontamente original la decisión del joven o la joven que con complejo de oveja se suma a violentar su propio desarrollo moral, espiritual, sicológico y profesional. Ignoran que primero tienen que ocuparse de SER para luego poder proceder a HACER. Y tontamente terminan siendo víctimas o victimarios que más tarde terminan siendo víctimas también.
Es una lástima ver a hijos e hijas que se vuelven en manipuladores, mentirosos, utilitaristas, tratando de engañar a sus seres queridos sin darse cuenta que que los primeros engañados son ellos mismos.
Un joven debe darse cuenta a tiempo que más gana siendo COHERENTE, siendo confiable y respetando a los demás y respetándose a si mismo como ocupándose de subir su autoestima para poder llegar con seguridad y más pronto a ser consecuente con su proyecto de vida.
De la mentira sólo queda dolor y miseria al final que por lo general siempre sin que se sepa se está más cerca…sólo que el interesado en engañar no lo sabe.