Publicado en Fábulas
Viajando Luis con Justino, un gran bolsón de dinero topáronse en el camino. Alzólo Luis muy ligero, y el otro habló "¡Nos aviamos! Estamos bien, compañero".
"Estoy, no digas estamos", repuso Luis con un gesto de no esperes que parta¬mos.
Y lo guardó. Mas en esto asomaron dos bandidos intimándoles arresto. "¡Ayuda! ¿o somos perdidos!" Clamó Luis con tanta boca y ojazos despavoridos.
"No, amigo, usted se equivoca, le replicó el camarada, diga soy, que a usted le toca".
Rafael Pombo