Publicado en Correspondecia Recibida
Notas al margen Por: José Neira Rey
1.- El Museo de la Memoria-operando con las debidas adecuaciones y dotaciones, no es solo una necesidad cultural apremiante para esta ciudad y zona fronteriza, sino la oportunidad de otorgarle a la enseñanza de lo histórico-básico y al turismo, los consecuentes apoyos y estímulos, dada la importancia de lo que fueron los comienzos , después de la Conquista, la Colonia, La Independencia y el irrumpir de lo que todavía no hemos estructurado bien con los amarres democráticos del trabajo y la tarea compartida, entre todos.
Sí, y, un Museo de la Memoria, es sobre todo, para no olvidar lo que ha tenido presencia y vivencia entre nosotros, porque los actos y actitudes que se han cumplido, han dejado notas y registros de gran consideración, así la mayoría de los comportamientos y objetos, a veces se diluyan en el recuerdo, como acontece con : los vestidos y modas, los objetos de uso continuo y la variación de estos ante el cambio y modernización, de casi todo, lo que es parte integral de nuestro diario vivir.
Por eso, un Museo de la Memoria, requiere acondicionamientos y espacios debidamente definidos y estudiados, porque no es lo mismo observar fotografías, que contabilizar la presencia física de sistemas y medios que sirvieron y fueron útiles, en determinadas épocas, pero que ahora solo constituyen elementos de comparación y de deducción sociológica e histórica.
2.- Por otra parte, un Museo de la Memoria, es un sitio de primera categoría e importancia, porque su manejo, control y constante mejoramiento y concatenación con otros centros similares, exige, un Presupuesto, bien analizado y aprobado, para que no suceda, lo que ha acontecido con los intentos, que no cristalizan como se anhela o porque no logran concatenar todo lo que es menester hacer partícipe y coincidente, con un prospecto de esta naturaleza y trascendencia humanística.
3.-Además, hay que previamente enfocar con realismo y auténtica perspectiva positiva, lo que se necesita o es exigente a término de 50,75 o más de 100 años, porque un Museo de la Memoria, es la historia y el recuerdo que se revive, sin que nada se mueva, se toque ,se facilite o se preste, por antojo. Y, para el caso de Cúcuta, lo que representa el Colegio del Sagrado Corazón ,la Orden Lasallista-que tanto aporte le ha dado a nuestro medio-incluyendo, hasta la calificación de la ciudad, como “ Capital basquetera de Colombia “ -gracias a su influjo y a la extensión mixta de la labor, con las consiguientes aulas, servicios y acomodamientos que son indispensables ,por el crecimiento y las obvias exigencias ,del ahora y del futuro, son hechos, que no se pueden olvidar.
Un reto y planificación de esta naturaleza, obliga a evaluaciones muy detenidas, no solo en la cuantía de las necesidades, sino en las etapas y procedimientos, que deberán aplicarse y preverse, en virtud de las características de las dos nuevas acciones, que deben tener perfiles y visiones de conjunto, elaboradas por expertos y calculadas teniendo en cuenta, que son para la esencia primaria y básica de una comunidad, que pide, una transformación y cambio, amplia y generosa.
Por ello, en esta acción y para estas obras, es requisito insustituible, la presencia y participación de toda la ciudad y en especial de sus alumnos y exalumnos, profesores y amantes de la cultura.