Cualquier empresa siempre está sometida al riesgo. ¿Por qué? Porque hay factores o sucesos internos y externos que la pueden afectar de diversa manera, por ejemplo: una ley del gobierno que ponga ciertos límites o exigencias difíciles de cumplir, es el caso de los que venden leche cruda algunos reaccionarán pero otras no podrán acatar la ley por X o Y motivo; una calamidad familiar, un incendio, un terremoto, el robo de información confidencial, una acción inesperada de la competencia, imprevistos en el comportamiento de la demanda, una huelga, daño en maquinaria, una devaluación o revaluación de la moneda, inundación, cambios tecnológicos, daños ambientales, etc.
Esos sucesos predecibles o no, si logran materializarse hay que tenerlos en cuenta en la labor de planeación que la empresa hace. Entonces los indicadores del riesgo o la intuición del empresario, debe incluirlo y cuantificarlo a fin de tomar las medidas conducentes a minimizarlo. De ahí que uno como administrador debe preguntarse ¿cuánto me costaría si sucediese esto o aquello en mi empresa? El hecho de cuantificar el costo del riesgo implica un valor cuya incidencia en el funcionamiento normal de la empresa es preciso preveer. En otras palabras: se roban una máquina y no hay efectivo o facilidades para reemplazarla de inmediato puede implicar que se deje de producir por un largo o corto tiempo hasta que se pueda solucionar el problema. Ello representa también otros riesgos: pérdida de mercado, incumplimientos en la entrega, personal parado, etc.
El hecho de prever el riesgo es una decisión clave del administrador y ese riesgo hay que reducirlo con campañas tales como la de CERO ACCIDENTES cuando se trata de trabajadores, afiliación al seguro social o EPS, asegurando las edificaciones y maquinaria contra accidentes y catástrofes naturales, ambientales, terrorismo, etc. En estos últimos casos, se paga una prima por el valor asegurado de tal forma que una compañía de seguros responde en caso de que suceda un problema o daño con la cosa o maquina o persona asegurada según el caso. La compañía de seguros responde por el valor asegurado.
El preveer todo lo que puede o no suceder en una empresa y tratar de asegurarlo todo sería una medida extrema difícil de preveer y también podría resultar demasiado costoso y podría afectar el capital de trabajo de a empresa, además los imprevistos siempre estarán ahí al acecho. Lo aconsejable a mi manera de ver la problemática desde el punto de vista del administrador es que establezca una escala de riesgos respecto a los que se corren en cada una de las distintas actividades de la empresa aparte de las exigencias de Ley que son de obligatorio cumplimiento como son los riesgos profesionales de los empleados por ejemplo, esa escala de riesgos deberá conducir a si es conveniente tomar o no un seguro cuando el presupuesto disponible lo permita. Lo ideal es minimizar al máximo los riesgos.
Pasando al tema FINANCIERO podemos decir que el riesgo allí se hace presente en el caso de invertir en un negocio o proyecto.
Hay casos en donde si el riesgo es grande es porque se espera que la utilidad o rentabilidad sea también grande, esto sucede en las negociaciones que se llevan a través de las bolsas de valores.
Pero, si lo que el inversionista prefiere que su dinero corra un riesgo mínimo, entonces cabe esperar que la rentabilidad es mínima a cambio de mayor seguridad en la inversión, por ejemplo, las cuentas de ahorro, los certificados de depósito a término
