Publicado en Fábulas
Un carpintero se puso a construir una escalera. Pero vino un desdichado y le pidió un peldaño de su obra.
Se rascó la cabeza y se lo dio. Vino otro, y le explicó que con dos peldaños haría lindos juguetes, y se los dio. Vinieron otros a pedir madera.
El invierno era duro, la miseria muy grande y el carpintero daba más pedazos de su escalera, aún para quemarlos como leña.
No sé, mujer, si entiendes lo que me pasa. Mi escalera es cada vez más chica, y , sin embargo, ¡subo por ella al cielo!
no le entendi
:(
:(
Ayudando, sirviendo a los demás también uno se ayuda asimismo.