Publicado en Risa - Terapia
“En una ocasión, profesionales de diferentes disciplinas se encuentran departiendo en el club.
De pronto empiezan a hablar de mascotas, de su inteligencia y de lo que les han podido enseñar de acuerdo con la profesión de cada uno. Como siempre, cada amo quiere que su mascota sea la mejor frente a los demás. Empiezan las individualizaciones y las demostraciones para cada amo y su mascota.
El Arquitecto ordenó a su perro:
“Planímetro, ¡ muestra tus habilidades!
El perro agarró un martillo, unas tablas, unas puntillas y él solito armó una perrera.
Todos aplaudieron la destreza del can y dijeron que eso era increíble.
El contador dijo que su perro podía hacer algo mejor:
¡Cash Flow, muestra tus habilidades!
El perro fue a la cocina, abrió la despensa, volvió con 24 galletas y las dividió en 8 pilas de3 galletitas cada una.
Nuevamente todos aplaudieron admitiendo que el perro era genial.
El químico dijo que su perro podía hacer algo aún mejor:
¡Óxido, muestra tus habilidades!
Óxido caminó hasta la nevera, la abrió, sacó un litro de leche, peló un banano, encendió la licuadora e hizo un batido.
Todos aplaudieron de pie y comentaron que era impresionante lo que había hecho el animal.
-El Ingeniero de Sistemas, para su modestia, sabía que podía ganarles a todos:
¡Megabyte, haz algo!
Megabyte atravesó el cuarto, encendió la computadora, verificó si el computador tenía virus, actualizó el sistema operativo, mandó un e-mail y descargó un juego excelente.
Obviamente todos quedaron maravillados con esta ejecutoria canina
Todos sabían que esto era muy difícil de superar.
-Miraron de reojo al abogado, quien además era congresista. Le preguntaron: doctor, ¿su perro qué sabe hacer?
El abogado llamó a su perro y le dijo:
¡Lagarto, muestra tus habilidades!
Lagarto se paró de un salto, se comió las galletas, se tomó el batido, borró todos los archivos de la computadora, armó pelea con los otros cuatro perros, se robó la perrera y como si fuera poco, cuando lo iban a encerrar en una jaula alegó inmunidad parlamentaria!
¡Insuperable! ¿Verdad? ¡pero no ejemplar!”
