Publicado en Salud, Sepa cómo Cocinar, VISIBILIDAD
Un ministro de salud que mañana estará en otra empresa hizo algo extraordinario o mejor dicho, lo cotidiano, no hacer por la Cultura en la Salud lo que debía hacerse y que es más eficaz: imponer un impuesto al consumo. ¿Por qué no lo hizo? (Lástima da la oportunidad perdida de trascender).
Los gobiernos sólo buscan “evitar” el abuso del consumo con medidas que no pasan de ser “pañitos de agua tibia”, pero de lo si se trata en realidad es de evitar el daño en la juventud, SE debería empezar por imponer un IMPUESTO AL CONSUMO DE AL MENOS DEL 30% AL CONSUMO DE ESTAS PELIGROSAS BEBIDAS ENERGIZANTES.
Las bebidas energizantes al igual que las gaseosas, utilizan como estrategia de ventas a “prestantes” deportistas y periodistas de cierta credibilidad y ascendencia; también le hacen creer a los ingenuos que sin ellas, no es posible mantener la energía necesaria para desarrollar cualquier tipo de actividad física con eficiencia, le hacen a uno creer que gracias a ellas, se recuperan los electrolíticos automáticamente con ingerirlas y si no “pailas”. En fin, todo un montaje para crear ADICIÓN de un estimulante o de estimulantes en cantidades muy peligrosas hasta el punto que:
-No se le debe vender a la gente por solo consumir.
.Es prohibida su venta a menores de edad.
-Su promoción está restringida.
-Además de contener cafeína en cantidad muy peligrosa hasta el punto que puede contribuir a un infarto, problemas circulatorios y hasta la muerte súbita, la mejor prudencia que debe asumir el potencial consumidor no es restringir su consumo a un máximo de tres por mes sino simplemente evitarse problemas y no comprarlas.
-Tan dañinas son que está probibido vender bebidas energizantes con fines de consumo a mujeres embarazadas o que estén lactando, si una persona es sensible a la cafeína y toma una bebida de éstas se multiplican por 10 sus riesgos, no se deben tomar cuando se va a dormir la persona ; jamás se deben acompañar con bebidas alcohólicas…
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