Esa expresión puede dar la impresión de cansancio, exasperación, desazón y unas cuantas más que es lógico esperar después de más de 50 años de hacer que uso de las armas.
Cualquiera que sea el punto propio de vista que emita y/o cualquiera que sea aquel que al que se adhiera cualquier colombiano, con lo bueno que somos para enredar lo fundamental, seguro que encontrará quien le lleve la corriente así ello le represente a Colombia quedarse anclado en el pasado.
Hoy la paz es posible y se necesita que todos jalemos hacia ese lado que representa el no continuar con las tragedias a las que nos quieren someter por razones de apetitos políticos sólo unos cuantos pero muy buenos engatusadores.
El CONTEXTO sobre el cual debemos situarnos todos los colombianos es el comenzar a evitar que la tragedia de la guerra sea comidilla del día en cualquier rincón de la patria.
Las razones para aceptar darle una y muchas oportunidades a la paz pueden ser innumerables pero perverso si es el que unos cuántos avarientos del poder sigan diciendo mentiras para mantener como ovejas con los ojos tapados a tantos buenos colombianos que ingenuamente creen en cualquier cosa o disparate que ellos dicen. No se puede avanzar hacia un mejor futuro repitiendo los escenarios de la guerra.
Técnicamente, en términos estadísticos, sólo uno de cada 5 colombianos dijeron que no a la paz, uno dijo que sí a la paz y 3 que no votaron. Y el Congreso que representa a más de los del sí y el no sumados le dijo sí a la paz.
Y la mayoría de los que han padecido la guerra sí quieren la paz.
Nos estamos salvando de volver al pasado. ¡No más tragedias!
