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Si se permanece en guerra, cabe esperar cierta sinergia siniestra en donde se generan ciclos aparentes de nunca acabar por muy armados que estén los bandos en cuanto a razones para perpetuarla o armas de todo tipo y escenarios de manipulaciones.
La interpretación amañada desde el poder detrás del fusil, del establecimiento desde un medio de comunicación puede atizar y extender incesantemente su inicio y reinicio así como sus nefastas consecuencias
Para lo que ha pasado y está pasando ya no hay remedio porque ya se ha generado una causa más en cada caso y la reacción en cadena así como su karma o expiación, no es posible detener por más que se quiera ocultar o justificar una decisión en donde de por medio están vidas humanas cualquiera que sea el lado donde se les ponga como fichas de ajedrez. “Quien a hierro mata, a hierro muere, cobija a quien atiza como a quien ejecuta el daño en vida ajena no importa su condición.
Ya hay generados karmas y no importa el cargo que se tenga o la razón que se esgrima para continuar la guerra. Sólo en el tiempo se verá su inexorable cumplimiento o consecuencias….
Pero hay una cosa sobre la cual aquí y ahora, hay que tomar conciencia y partido: no dar cabida para la sinergia que cada día se quiere atizar y se está promoviendo desde distintos ángulos e intereses y apegos. Cada día ingresan jóvenes a los distintos bandos en conflicto en cada rincón de Colombia. Son reclutados, engañados u obligados a engrosar a la máquina de la guerra y entrenados hasta para el punto de que “la guerra para ellos sea un descanso”. ¡Qué pesar!
Si que pesar porque se están generando sólo sufrimiento físico en el presente sin cesar y, de manera exponencial también el aspecto espiritual. Tantas veces hagan daño a una vida humana, tantas veces en el inmediato futuro o en el transcurrir del tiempo Y por muchas generaciones se seguirán presentando hechos de una cadena de sufrimientos por los que han de pasar quienes directa o indirectamente, autores intelectuales o físicos, repetirán o sufrirán en carne propia lo que han hecho u ordenado hacer con los ojos cerrados o no. De esta tara no se salvan. Pero si tienen el poder que no han usado bien, es hora que paren este ciclo que puede acabar con tanto sufrimiento….
En conclusión:
Por los inocentes jóvenes de Colombia y del mundo que están en similares condiciones a punto de convertirlos en nuevos verdugos de otros y de sí mismos en el tiempo, NO HAY OTRO VALOR MÁS IMPORTANTE QUE PROMOVER AQUÍ Y AHORA QUE LA PAZ.
Galileo