Jugo contra el estreñimiento

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| Publicado en Remedios Caseros

Licuar sin colar, en partes iguales: mango, papaya o lechoza y zanahoria,  en un litro de agua. Tomarlo con regularidad.

Al acostarse en la noche, con la punta de los dedos y de izquierda a derecha, en el sentido de las manecillas del reloj, golpearse suavemente en círculos de afuera hacia adentro hasta llegar alrededor del ombligo. Este masaje ayuda a estimular la evacuación de los intestinos.

El Testamento del Jeque

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Al morir el jeque, ordenó que se distribuyeran sus camellos entre sus tres hijos de la siguiente forma:

Quien es Caballero, repite

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| Publicado en Gimnasia Mental

Una joven muy “pilas” quiso asegurarse un pretendiente muy inteligente para entregarle su amor y para ello diseñó un ingenioso concurso que consistía para el ganador, deducir entre tres cajas fuertes en cuál había puesto el anillo de compromiso. En la caja fuerte A había un anuncio que decía: el anillo está aquí. En la caja fuerte B había otro anuncio que decía: el retrato no está aquí. En la caja fuerte C, el anuncio decía: el anillo no está en la caja fuerte A.
La pista que se daba a los concursantes pretendientes era que cuanto máximo, una de las tres afirmaciones no era verdadera.

Al Arcangel Samuel

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“Señor Dios, concédenos que logremos mantener nuestro corazón limpio, que nuestro Arcangel Samuel sea nuestros ojos, faros que conduzcan con la conducta recta, porque te bendecimos y te damos gracias por tu amor y misericordia. Señor que nuestros proyectos lleven a la ganancia y que nunca nuestra lengua y corazón sean soberbios y nos hagan caer en el delito y la tentación."

San Lucas

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| Publicado en Oraciones

Santo Patrono de los médicos,
de los pintores y de los artistas

“Señor, grande, justo y misericordioso, para quién nada es imposible, te suplicamos por la intercesión de San Lucas, que avives en nosotros la fe, la esperanza y el amor que por su intermedio nos has revelado.
Amén”.

San Pablo

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“Jesucristo, único maestro y predicador de la verdad eterna, tú que te fijaste en Pedro y Pablo y los convertiste en pescadores de almas y en arquitectos espirituales de tu Iglesia, no nos abandones a nuestra suerte, no dejes de enseñarnos tu doctrina; protege pueblo creyente que te ama y te tiene siempre presente.

Amén.”

El siervo en el pesebre de los bueyes

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“ Un ciervo perseguido por la jauría y ciego por el terror del peligro en que se encontraba llegó a una granja y se escondió entre unas pajas en un cobertizo para bueyes. Un buey amablemente le dijo:
-¡Oh, pobre criatura! ¿Por qué de esa forma, has decidido arruinarte, y venir a confiarte a la casa de tu enemigo?
Y replicó el ciervo:-Permíteme amigo, quedarme donde estoy, y yo esperaré la mejor oportunidad para escapar.
Al final de la tarde llegó el arriero a alimentar el ganado, pero no vio al ciervo. Y aún el administrador de la finca pasó con varios de sus empleados sin notar su presencia. El ciervo congratulándose a sí mismo por su seguridad comenzó a agradecer a los bueyes su gentileza por la ayuda en los momentos de necesidad. Uno de los bueyes de nuevo le advirtió:
-Realmente deseamos tu bienestar, pero el peligro no ha terminado. Todavía falta otro hombre de revisar el establo, que pareciera que tiene cien ojos, y hasta tanto, no puedes estar seguro.
Al momento ingresó el dueño, y quejándose de que no habían alimentado bien a los bueyes fue al pajar y exclamó:
-¿Por qué falta paja aquí? ¡Ni siquiera hay para que se echen!-¡Y esos vagos ni siquiera limpiaron las telarañas!
Y mientras seguía examinando todo, vio sobresalir de entre la paja las puntas de una cornamenta. Entonces llamando a sus empleados, ordenó la captura del ciervo y su posterior sacrificio.

El ládron y su madre

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“ Un joven adolescente robó un libro a uno de sus compañeros
de escuela y se lo mostró
a su madre. Ella no solamente se
abstuvo de castigarlo, sino más bien lo estimuló. A la siguiente oportunidad se robó una capa y se la llevó a su madre
quien de nuevo lo alabó.
El joven creció y ya adulto fue robando cada vez cosas de
más valor hasta que un día fue capturado en el acto,
y con las manos atadas, fue conducido al cadalso
para su ejecución pública.
Su madre lo siguió entre la multitud y se golpeaba violentamente su pecho de tristeza. Al verla el ladrón dijo:
-Deseo decirle algo a mi madre en su oído.
Ella acercó su oído a él, y éste rápidamente mordió
su oreja cortándosela. Su madre le reclamó que era
un hijo desnaturalizado, a lo que él replicó:

Ah! Si me hubieras reprendido en mi primer robo del libro aquel, nunca hubiera llegado a esto y ser condenado a una ingrata muerte.

El Alción

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Este pájaro gusta de la soledad y vive siempre a orillas y sobre el mar. Se dice que para huir de los hombres que le dan caza, hace su nido en las rocas de la orilla.

Un día un alción que iba a poner, se encaramó a un montículo, y divisando un peñasco erecto dentro del mar, hizo en él su nido. Al otro día que salió en busca de comida, se levantó el mar por una borrasca, alcanzó al nido y ahogó a los pajarillos. Al regresar el alción y ver lo sucedido, exclamó:

Los ratones poniendo el cascabel al gato

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Un hábil gato hacía tal matanza de ratones, que apenas veía uno, era cena servida. Los pocos que quedaban, sin valor para salir de su agujero, se conformaban con su hambre. Para ellos, ese no era un gato, era un diablo carnicero. Una noche en que el gato partió a los tejados en busca de su amor, los ratones hicieron una junta sobre su problema más urgente.
Desde el principio, el ratón más anciano sabio y prudente, sostuvo que de alguna manera, tarde o temprano, había que idear un medio de modo que siempre avisara la presencia
del gato y pudieran ellos esconderse a tiempo.
Efectivamente, ese era el remedio y no había otro. Todos fueron de la misma opinión, y nada les pareció más indicado.
Uno de los asistentes propuso ponerle un cascabel
al cuello del gato, lo que les entusiasmó muchísimo y decían sería una excelente solución. Sólo se presentó una dificultad: quién le ponía el cascabel al gato.
– ¡Yo no, no soy tonto, no voy!
– ¡Ah, yo no sé cómo hacerlo!
En fin, terminó la reunión sin adoptar ningún acuerdo.