Para el Ministerio de Comercio Exterior y las instituciones promotoras del turismo, las exportaciones y la productividad (Col)

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Publicado en Sepa cómo Cocinar, Sugerencias, VISIBILIDAD

La sugerencia que a continuaciòn se hace es porque hay la firme creencia que es posible ir màs allà de la selecciòn uno a uno de empresas que aunque cumplan con sus metas, estadìsticamente a nivel macro es muy relativo su impacto a nivel de obtenciòn de divisas para el paìs es pìrrico (unas pocas golodrinas no hacen verano). Todo entonces se reduce por parte de las entidades estatales a mostrar “grandes crecimientos” porcentuales en relaciòn con el perìodo anterior pero que nada significan en cuanto a mos trar el creci miento de una “masa crìtica” desde el punto de vista tecnològico y de la inmediatez que exigen los retos en el campo del turismo-

Al parecer, la inversiòn en publicidad queda innocua y lo seguirà siendo si no hay consecusiòn de metas concretas en cuanto a calidad y masificaciòn de la gastronomìa o al menos en la presentaciòn de los platos tìpicos e iternacionales que se le presentan a visitantes macionales y extranjeros.

Cabe tener en cuenta que se espera una gran afluencia de turistas como consecuencia de la Paz y ayuda de otros factores externos. Esos visitantes comen y espera ademàs de buena atenciòn, buenos platos en su mesa que degustar una y otra vez.

Quienes suelen viajar dentro del paìs o sòlo intentar comer en lo que su entorno ls permite, se habràn dado cuenta que en su misma regiòn hay sitios tales como las plazas de mercado, restaurantes, un puesto de venta de comida en la esquina, en un centro comercial, etc., que difiere en calidad, presentaciòn, precio y otros factores de atenciòn que hacen que uno vuelva lo recomiende o simplemente lo ignore.

Un cuñado mìo me aconsejò: “Cuando vea un lugar desierto o con muy pocos comensales, no coma allì”. Aunque es un indicador, lo que a continuaciòn deber“an tener en cuenta es que “el amor por un paìs y por volver, entra por la comida”.

He etado en diversas regiones del paìs y tengo la costumbre de comer en carretera (ya no es saludable), he pedido una bandeja paìsa en diversos lugares de Antioquia, el gran Caldas, en Bogotà, Cùcta y sinceramente ademàs de que n hay uniformidad ni atractivo en la presentaciòn del plato en ninguna parte de ellas, tampoco he encontrado “una bandeja paisa de verdad” que coleme mis expectaivas salvo en muy contadas ocasiones y no fuè en Medellìn. Lo mismo sucede con los demàs platos, en Bogotà hay platos regionales que se pueden encontrar en ciertos restaurantes pero distan de l sabor autoctòno real que dice la Carta, unos son muy aguados como en el caso del mute, un pastel de yuca no lo he visto bien hecho y asì sucesivamente pueden afrimar lo que èsto leen.
A lo anteior, se le puede agregar la fuesta pràctica de servir platos cuyo alimento lleva meses en la nevera saliendo y entrando (comiendo pescado, me he llevado màs de una intoxicaciòn). Otro punto de referencia son los precios, aunque cada quien los pone, otro caso (no generalizo), lo vi en la zona històrica de Cartagena cuando despuès de haber consumido un turista su plato que no era del otro mundo, si le presentaron una cuenta del otro mundo por valor de màs de $900 mil, afortunadamente le habìa tomado una foto al plato y logrò mediante colaboraciòn de la policìa de turismo que no lo estafaran.
Da gusto como en el Perù se puede pedir un plato en cualquier sitio y salir satisfecho en cuanto a preparaciòn, gusto y sabor, atenciòn, calidady precio.

Pero, entrèmonos en materia y presentemos en el problema y dejemos a la imaginaciòn de cada quien la disyuntiva de decidir si estamos o no preparados para una afluencia de màs de tres millones de comensales pròximanente. ¿Tenemos una buena gastronomìa nacional presente en cualquier parte del paìs? Si me dicen que sì les creo y si me dicen que no, tambièn. Los que dicen que sì, entiendo que se referiràn a unos poquìsimos sitios muy exclusivos. A ellos suelen ir las gentes que disponen de tiempo suficiente para celebrar un evento especial de vez en cuando, pocos turistas iràn.

Pues bien, estamos en mora no tanto de màs legislaciòn, lo que conviene es màs educaciòn gastronòmica y participaciòn masiva quienes ACTUALMENTE preparan comida todos los dìas, si me refiero a un ayudante, a la señora que lava los platos, a quien compra el pescado y demàs alimentos a quien los lleva y los trae, a quien los sirve en la mesa y al dueño o gerente del puesto de co,ida de la esquina o el mismo chef “ha doc” o no, y a sus ayudantes. Serìa muy aventurado hablar de la “industria de la preraciòn de la comida” pero hay que tener presente que l mayorìa no tiene tiempo para ver Master chef. Pero eso si, le gustarìa aprender a hcer mejor su changua, su cafè, su sopa, su empanada…

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