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Pensar lo que más hacemos en el día. Se cree que por eso no se nos paga ni nos pagamos.

La realidad es otra: por pensar sÍ recibimos cosas, acontecimientos, noticias, experiencias y toda una serie de respuestas positivas unas y negativas otras como resultado a la acción de pensar.

Nuestra mente a veces parece un brioso caballo que salta de un lado a otro: unas veces estamos imaginándonos en una situación muy propicia y en otras ocasiones no vemos temerosos ante la posibilidad por ejemplo, de no tener algo que necesitamos.

Cuando los acontecimientos exteriores no son los que quisiéramos que fueran, es decir, lo que se nos presenta en la vida diaria representa para nosotros motivo de disgusto o de insatisfacción, lejos de “echar la culpa a los demás” debemos estar. ¿Por qué? Porque quiérase pensar o no que tenemos la culpa, lo que la experiencia nos está aconsejando es que debemos cambiar nuestra manera de pensar.

Cuando una experiencia es repetitiva y nos causa disgusto cada vez que se presenta, lo más probable es que como un maestro nos está diciendo que investiguemos cómo actuar de otra forma de tal manera que los resultados sean diferentes. Cuando algo malo nos esté sucediendo quiere ello decir que hay una forma muy negativa en la que estamos asumiendo ese compromiso, ese sentimiento, esa responsabilidad o esa confianza que estamos entregando. Revisemos pues la manera de pensar y por consiguiente la opinión que nos formamos de los demás y de lo que queremos.

No nos sintamos incapaces, ni tampoco aceptemos que no podemos tener suerte., Todo lo podemos ser, hacer y tener si mejoramos nuestra manera de pensar y sentir.

Evitemos pensamientos destructivos, no critiquemos, no condenemos, evitemos resentimientos y toda esa clase de sentimientos críticos que evitan que energías positivas atraigan lo que en realidad y con prioridad queremos para nosotros mismos y para quienes queremos. Ser un ganador presupone tener una mente libre de pensamientos negativos o destructivos.

Dígase a si mismo al comenzar cada día y al finalizar:

CADA DÍA Y EN TODOS LOS SENTIDOS,  ME SIENTO MEJOR Y MEJOR

Rand Randolph