Publicado en Salud, Sepa cómo Cocinar, VISIBILIDAD
Las antiguas Plazas de mercado parece que se están acabando. Siento nostalgia por el mercado del barrio El Contento en Cúcuta y supongo que otros como yo añoran a los de su ciudad de origen en Latinoamérica.
¿Eran otros tiempos? Eso quiere decir ¿que los tiempos de ahora son mejores? No creo que sea así.
Quizá en presentación, en construcción y manejo de grandes superficies diría la mayoría que son mejores los supermercados. También hoy se aprestan para todo: cine, encuentros, diversión, citas, negocios y allí se reúnen y coinciden todas las generaciones por separado con intereses diversos. En contraste, las placitas de mercado estaban allí sólo para que eso: comprar el mercado.
He ensayado comprar en varios países y las plazas de mercado aún sobreviven a pesar del escaso apoyo que tienen por parte de los gobiernos locales. Esas superficies son ahora para que se den en comodato a congregaciones religiosas lo mismo que los cines, para cerrarlas por varios años hasta que se lotean o espera una propuesta de una constructora para bodegas de almacenes o para un supermercado.
En Bogotá, afortunadamente una familia de barrio, en donde todos sus miembros se turnan hasta para las vacaciones, suele sobrevivir de lo que gana en un local de 12X6 metros cuadrados ofreciendo frutas y verduras que dos o tres días por la madrugada suelen traer de la Central de abastos. También allí encuentran los vecinos: yuca, papa, yerbas, y todo lo natural. Allí no se venden alimentos procesados afortunadamente. Son aún la conexión viviente entre lo orgánico, lo natural y el consumidor. Claro está que tímida y6 esporádicamente, algunas alcaldías locales promueven los llamados mercados campesinos. La idea es hacer que el vecino en su propia vecindad encuentre lo bueno bonito y barato al alcance de su mano.
Los supermercados pronto se dieron cuenta de ello y están multiplicando mini markets o mini mercados con productos procesados, galletas recargadas de azúcar refinado, dulces, gaseosas, pasteurizados, embutidos… mejor dicho lo que la televisión vende pero no nutre.
La diferencia en precios es notoria pero también especulan con la extraordinaria falta de tiempo que ahora pulula en todas las familias para hacer un buen mercado. Es más fácil comprar una gaseosa que hacer un buen jugo de frutas por ejemplo. Además a los jóvenes no se les enseña mucho porque poco tiempo se dispone para ser, hacer y compartir.
Celebro con beneplácito una extraordinaria corriente que propugna por la alimentación sana. Sin embargo la pelea es desigual y los supermercados y pequeños clones (mini markets) tiene las de ganar no sólo por la televisión. En las escuelas es poco lo que enseña sobre buenos hábitos de salud física y mental; una prueba de ello está en lo que mal suelen llamar cooperativa que en realidad dan en administración para que alguien venda gaseosa y alimentos procesados.
Mientras en Europa están pagando más por lo producido orgánicamente (por lo natural) en América Latina sólo le venden procesado con químicos o sembrado con semillas “milagrosas” que sólo muy pocos venden así como agroquímicos que ciertas multinacionales pretenden volver obligatoria con la colaboración de mandatarios y engatusadoras PROMESAS DE GRANDES GANANCIAS para los cultivadores que luego pierden la salud y quedan en la ruina.
Aunque la lucha es desigual y los medios de comunicación no es mucho lo que colaboran porque de la publicidad viven, hoy vemos con beneplácito que ya hay más restaurantes de comida natural, hoy se cuenta con algunos programas de TV que enseñan a preparar y escoger buenos alimentos frente a la invasión de anuncios que ha generado que más del 50% de la gente esté con sobrepeso y se torne en sedentaria muy tempranamente (desafortunadamente cuando se es joven no se cae en cuenta de que a uno lo ven como víctima adictiva y no como cliente o consumidor).
La estrategia de librar una lucha de concientización en la alimentación sana y más concretamente, hacer que la salud mental y física sean el equilibrio a lograr con prácticas tales como el yoga ( se puede practicar a cualquier edad, no es una religión y es mejor que ir al gimnasio), la comida vegetariana está por darse en tertulias de barrio y amigos. No hay que esperar comenzar a tener 35 o más años para empezar a ocuparse (escribí ocuparse no preocuparse), la mejor vacuna contra la mala salud es la educación en salud física y mental.
¿Deseas ser líder de tu buena salud física y mental? Por ahí es que hay que empezar para luego proyectar y contribuir a construir con el ejemplo y la sana convivencia, el bienestar de la familia y la comunidad.
En la sección Yoga de esta misma web www.sepacomo.com se sugiere algunos enlaces donde se habla de yoga, también en You Tube puede conseguir videos de clases de yoga para que usted comience a practicar el hata yoga desde su casa. También le sugerimos consultar los artículos y enlaces que aparecen en las siguientes secciones: Sepa como cocinar, Frutoterapia y Salud.
¿Cuándo será ese bendito cuándo y esa dichosa mañana, en que cada quien cultive y coseche su propio alimento?
Por ahora les sugiero la alternativa que se encuentra en esta misma web en el siguiente enlace:
http://sepacomo.com/pildoras-de-economia-domestica/