Publicado en Administración, Adulto Mayor, Agricultura, Correspondecia Recibida, Derechos, Dinero, Ecología, Economía, Mujer, VISIBILIDAD
“Milton Zambrano Pérez dice:
El presente y el futuro señalan que la paz es más importante que cualquier otra cuestión.
Utilizaré aquí el método de la planeación por escenarios, perfeccionado en Sudáfrica en el marco de la solución al conflicto racial y clasista que torturó a ese país hasta el siglo XX. Según este enfoque, a partir de las condiciones actuales es posible “visualizar” alternativas probables (positivas o negativas) para el futuro cercano o lejano de una república lacerada por la violencia banderiza.
Los diálogos de La Habana entre el gobierno y las Farc inauguraron una coyuntura político-militar que podría ser el preámbulo de un proceso de pacificación real. Si se logra la paz, se puede pensar en los siguientes escenarios:
I) La reducción geométrica de la violencia, con lo cual se crea un ambiente adecuado para la confrontación civilizada entre los partidos de todo el espectro político. El Estado y la sociedad abrirían nuevos espacios para los contradictores, creándose un régimen más inclusivo y democrático.
II) El fin del conflicto es, también, el fin de las justificaciones de las élites para organizar ejércitos privados o para aliarse con la delincuencia común, al protegerse de los ataques de la guerrilla o al intentar asegurar o expandir sus privilegios económicos y políticos. Esto le restaría combustible al resurgimiento futuro del paramilitarismo.
III) La confrontación militar (entre otras causas) propició el desarrollo de la economía del narcotráfico. Si desaparece la violencia de las balas, sería más expedito buscar y encontrar soluciones alternativas para reconvertir o eliminar esta economía, suprimiéndole su rol de alimento de la lucha armada.
IV) El silencio de los fusiles tranquilizaría a las élites, a la izquierda democrática y a la sociedad en general, y evitaría la repetición de episodios lamentables, como las masacres selectivas o el genocidio programado de los militantes políticos de cualquier bando. La lucha por la reforma social no implicaría arriesgar la vida.
V) Tampoco se justificarán las alianzas macabras entre la delincuencia común y los políticos del establecimiento (o de sus opositores), lo cual sería la partida de defunción de la parapolítica, del “terrorismo de Estado” y del “narcoterrorismo”.
VI) En fin, será más fácil repoblar el campo, con proyectos de diverso tipo para resolver problemas sociales no sólo en las zonas agrarias sino también en las urbanas. Quizá podríamos convertir esta nación en una gran despensa alimenticia para Latinoamérica y el mundo.
V) Además, se podría fortalecer la acción social del Estado en todos los planos, empleando en faenas más creativas los recursos que hoy se desperdician en la guerra degradada.
VII) Por último, las energías de todos los que sueñan con el cambio social sin disparar un fusil (y sin la camisa de fuerza de una dictadura), contarían con un terreno mucho más abonado para convertir la república en una sociedad más justa, igualitaria y próspera.
El presente y el futuro señalan que la paz es más importante que cualquier otra cuestión. De ella depende la tranquilidad de todos, incluidos los guerrilleros, la ultraderecha y sus simpatizantes. De ella depende, también, que dejemos de nadar en sangre, y hasta la posibilidad de preparar un futuro menos incierto para todos los habitantes de esta patria.
La paz no es sólo necesaria…sino urgente y posible.”
FUENTE: http://www.zonacero.com/?q=que-pasaria-en-colombia-si-se-logra-la-paz-11063