Publicado en Adicciones, Ayuda a los demas, Consultorio
Este relato no tiene que ver con el que lee este artículo, pero como se trata de relatar un caso especial que me contaron para interpretarlo, conviene al menos tener conocimimiento para aprender a captar las señales que experiencias o “inconvenientes” enojosos nos “golpean” siendo en realidad unos buenos maestros de la vida.
José Encarnación N. (nombre ficticio para un caso real), tenía 4 meses de haber dejado de tomar (quiero decir,lleva 4 meses sin tomar una gota de bebida alcohólica alguna). Juicioso y apresurado, salió a hacer una diligencia a la cual él mismo le adjudicó carácter de extrema urgencia ( no quiso esperar a su esposa porque lo maneja más su ansiedad o el síndrome de abstinencia).
Ya cerca del sitio a donde se desplazaba, pensando que iba a llegar tarde según su mente (en realidad la cuestión podía esperar), no acertó a tomar las precauciones del caso y una moto lo atropelló. Aunque también fue culpa del motorizado, al momento de exigir reparación alguna, vió cómo su pasado alcohólico se volvió contra él.
El motorizado en sus descargos alegó que -”ese señor venía atravezando la calle borracho”. Cosa que no era cierta pues le hicieron prueba de alcoholemia a él también. En realidad, todo apuntaba a que fue imprudencia del motorizado.
Lo que llamó la atención a José encarnación fué que días después ante el Juzgado donde se ventilaba el caso para hacer que el motorizado se hiciera responsable de los costos de la clínica, aparecieron testigos en favor del motorizado alegando que -”¡Sí, ese señor caminaba borracho!”.
-Al reparar en cada uno de los testigos que se acercaron a la Comisaría de Policía y luego ante el Juez del caso, José Encarnación N. estufacto quedó cuando eran sus grandes amigos X y Y.
Él siempre creyó ingenuamente que X y Y, eran sus amigos del alma pues en más de una ocasión habían tomado trago con él y él había pagado la cuenta. La verdad es bastaba brindarle a José Encarnación la primera cerveza o trago de aguardiente para que él terminara pagando toda la tanda.
La primera reacción de los familiares de José Encarnación fué indignarse por la ingratitud de X y Y. El resentimiento y la rabia por esa conducta abyecta de X y Y fue interpretada como una traición, sobre todo porque en ese día, así como desde los 119 días anteriores, José Encarnación no había tomado ni una gota de licor. Les parecía íncreible tal ignominia de “esos Judas”.
MORALEJA.
Detrás de toda experiencia por buena o mala que parezca, siempre hay una enseñanza para presionarnos al cambio sincero.
-José Encarnación N. había prometido en el pasado muchas veces a su esposa que cambiaría, que no bebería una copa de alcohol más. Hasta estuvo asistiendo por unos pocos días a Alcohólicos Anónimos una de las tantas veces que salió de un tratamiento costosos de dexintoxicación en una clínica privada.
-En la ocasión en que se presentó el incidente luchaba contra su pasado y llevaba un buen tiempo invicto ya le estaba ganando 120 raund a la bebida. Hoy lleva más. ¿Hasta cuándo?
-Lo cierto es que no hubo manera de hacer que el otorizado pagara los costos de su imprudencia. La legislación es bastante laxa con los conductores imprudentes que no conduzcan ebrios.
-Los seores X y Y no es del caso recordarlos con rabia alguna. A la hora de la verdad, hay que verlos como unos maestros. Le están enseñando a José encarnación N. lo estúpido que es el embriargarse. Y que el trago nunca trae nada bueno.
-Que las acciones del pasado pasan la cuenta de cobro en la salud y la falta de progreso en lo afectivo, en lo personal y en lo financiero.
-Que lejos de llorar por la leche derramada y la ingratitud, hay que hacer énfasis en su propia fuerza de voluntad y su constancia, elementos claves para cualquier cambio positivo que se quiera dar.
-Además, que hay que dejar de hacerse a víctima y de ser un manipulador.
Hay que tener respeto por los seres que día a día le brindan una sincera amistad y que esperan de él lo mismo.
Hay que convencerse que tododepende de si mismo y que para mejorar su autoestima sólo se logra poniendo de su parte y no portándose como en el pasado.
Hay que estar consciente que la ocasión para volver a caer en la estupidez de botar el dinero que se gana trabajando duro día a día, puede volver a presentarse, hoy ya lleva muchos más días sin beber trago. Eso precisamente le ha permitido reconstruir su imagen de hombre que vale mucho más de lo que a veces cree.
El incidente le mostró excelnetes enseñanzas que debe deducir para que siga adelante pero sin mirar ni resucitar su pasado de borracho en donde para él pasar por mico, burro, león eran papeles de actuación csi diaria.
Hasta ahora ese pasado quedó atrás. ¡Felicitaciones!
¡Ánimo!
Durante