Publicado en AutoAyuda, Magia Blanca
Cualquier proyecto en la vida debe contar con la decisión, la valentía y la constancia de quien lo desea ver realizado.
Mantener una decisión contra viento y marea, es decir, contra obstáculos, negaciones de otros, problemas que surjan en su desarrollo, etc., supone una resuelta actitud de vencer.
Ser valiente puede exigir apenas serlo durante un minuto pero ese pequeño conjunto de instantes genera todo lo que uno necesita para darse cuenta que si es posible estar mejor.
Sólo nos basta convencernos (con-vencernos así como suena separadamente) para darnos cuenta que somos mejores de lo que pensamos nosotros mismos de sí y de lo que suponemos que los demás piensan de nosotros.
Yo digo que cuando tenía 5 años viendo el arco iris en el cielo, me dije que algún día lo tocaría. Con el tiempo me parecía que había sido un atrevimiento haberlo decretado así y me conformé con verlo ocasionalmente cuando aparecía como presagio de lluvia.
Una vez me invitaron al Carmen de Tonchalá en Santander del Norte, cerca de Cúcuta, a un sitio llamado Pozo Azul. Llegamos cerca de las 7 de la mañana y cuando sobre mis espaldas caía el agua de una cascada y el sol despuntaba en el horizonte, pude ver que el arco iris estaba junto a mi invitándome a tocarlo pero no fue sólo uno, simultáneamente apareció un anillo de siete colores alrededor mío y también jugueteé con él como si fuera aquel niño de 5 años que había DECRETADO 20 años atrás tocar algún día el arco iris.
Hoy siento que la vida me enseñó que lo que uno decreta con intensidad sin dudar en un instante y, quiere de verdad, se puede obtener si la constancia y la sana expectación es acompañada por una decisión inquebrantable de conseguir SER un Ganador en todos los sentidos de la vida.