“Cuando las cosas salgan bien, no creas ser mejor que los demás.
Cuando lo que haces te salga mal, tampoco creas ser el peor de todos.
No te creas más ni te creas menos ni tampoco te compares con los otros, pues eres único e irrepetible.
No te infles ni te agrandes ante los elogios. Tampoco te deprimas ni te desanimes ante las críticas que pudiesen hacerte.
Si te alaban, mantén la humildad, pues no es sano beberse todas las alabanzas.
Si te calumnian, no le des excesiva importancia a lo que hayan dicho de ti y mantén la serenidad, pues de nada sirve enojarse.
Solo cree en Dios, pues Él cree en ti.
Él te conoce y del mismo modo que un buen músico sabe sacar la mejor música de su instrumento, el Señor sabrá sacar lo mejor de ti en las buenas y en las malas.
Que la confianza que Él ha puesto en ti te vaya transformando en la persona que Él sabe puedes llegar a ser.
Jesús le dijo: “¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?” Juan 11, 40″