Cualquier época es buena para leer esto

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Publicado en Armonía, Benefactores, Correspondecia Recibida

“EL SAPO “NUESTRA HISTORIA DE NAVIDAD”

Desde hace algunos años -y a medida que envejezco- voy consolidando mi sensación de que venimos al mundo para cumplir un propósito.

No se asuste… después de los 40 todos nos ponemos un poco “místicos” a medida que la arena en el reloj de nuestra vida empieza a ser más escasa “del lado de arriba” :-)

Tengo que agradecer a un amigo -Luis Crespo, un asociado en Texas- que hace MUCHOS años -cuando todavía tenía mucha arena del lado de arriba- me dio una bonita lección.

Estábamos tomando café en un bar y se acercó una señora a pedir unas monedas. Para esa época esto era más bien un engorro y una interrupción para mi, no solía prestar mucha atención a estos pedidos.

Sin embargo Luis, interrumpió la charla, sacó su billetera, tomó unas monedas, se las entregó a la señora y le dijo: “Gracias”. Sorprendido le pregunté:
- Por qué le das tú las gracias ?, si le diste una ayuda… era ELLA
la que tenía que darte las gracias a ti !!
- No. Ella me da la oportunidad de dar una ayuda sin que tenga que
salir a buscarla. El que tiene que darle las gracias soy yo.
????

Ante mi sorpresa Luis me comentó que la tradición viene del medioevo y que, ante quienes pedían ayuda, se abría la posibilidad de anotar una “buena obra en el libro del cielo”, por lo que, el beneficiario de la anotación -el que daba- era el que agradecía.

Me gustó tanto la historia que, desde ese momento SIEMPRE di cuando me piden y SIEMPRE digo “GRACIAS” (para sorpresa de los que me piden y que seguramente no tienen acceso a Internet como para leer esta historia y enterarse a qué se debe).
Es más -y perdonen esta breve digresión pero creo que para muchos puede ser educativa y los ayudará a mejorar sus “anotaciones en el libro”-.

Hace algunos años descubrí que cometía un error de distraído. SIEMPRE le daba a quienes me pedían (gracias), pero en general NO les compraba a los que vendían pequeñas menudencias (las famosas pastillas, encendedores, hilos, etc.)
Comprendí que cometía un error… al final estaba dando a quienes SOLO pedían y poco hacía por recompensar a aquellos que por dignidad, verguenza o deseo de superación, no se limitaban a PEDIR, sino que trataban de vender algo.

Desde allí, compro las cosas más insólitas (y compro el DOBLE para recompensar el esfuerzo que hace esa persona que no se limita sólo a “pedir”).
No me he empobrecido por hacer eso y creo haber dejado a mucha gente contenta (gracias).

Siempre en las “épocas navideñas” es de estilo desacelerar un poco con las obligaciones laborales y los problemas cotidianos y dedicarle unos minutos a los temas familiares y espirituales. Creo que mi historia del sapo le va a gustar -y ni se imagina dónde
vamos a terminar con esto-. Y conste -esto tengo que aclararlo-, que no lo hago por ponerme brillantitos en la cabeza. La caridad se hace en silencio y no se proclama a los cuatro vientos. Pero, mi historia del sapo -por lo que he visto- mueve fuerzas
poderosas a favor de los que las necesitan y creo que tengo que difundirla.

Estaba hace un mes atrás aproximadamente, almorzando en un restaurante de las Sierras de Córdoba . Estábamos sentados al lado de una ventana y, hacia abajo, se veía una enorme pileta de natación (alberca) EN CONSTRUCCION PERO LLENA DE AGUA.
Para la época de mi cuento estaba aún sin preparar y sólo tenía agua verde.
En la pileta nadaba un sapo. De repente, mi acompañante dice:
- Pobre sapo !!, pensar que se va a morir !!
- Por qué ?? -pregunté con sorpresa ya que no veía ningún motivo
visible para que el pobre sapo se muriese-
- No ves que no tiene cómo salir de la pileta ?, va a nadar y nadar
hasta que se agote y allí morirá ahogado. Quizás tarde horas, pero
se va a morir.

Desde ese momento mi vida se paralizó !
Estaba viendo -desde lo alto- un pobre sapo nadar, SABIENDO yo que se iba a morir y el pobre sapo lo ignoraba y se esforzaba de un extremo a otro de la enorme alberca tratando de buscar una salida.

- Y Usted podrá decir… qué importa un sapo más o menos en el mundo ?

Tiene razón. Lo que pasa es que ignora otra parte importante de mi vida que explica el terrible impacto que la escena del sapo nadando hacia su muerte (sin saberlo) tenía sobre mi espíritu. En mi adolescencia en el colegio al que asistía, teníamos clases de religión y a cargo de las mismas estaba un sacerdote jesuita de un nivel impresionante (el Padre Sojo, que había sido Decano en una Universidad de Ecuador si mal no recuerdo).

Sojo era un “cuadrazo” de esos que tienen los jesuitas y era capaz de explicarnos los temas más complejos de un modo maravillosamente simple.

La UNICA clase que recuerdo es una donde hablamos del “libre albedrío”. – Cómo puede ser que Dios conozca el futuro si nosotros tenemos “libre albedrío” ?, no es eso una contradicción ? O Dios NO PUEDE conocer el futuro (y no es omnipotente) o bien NO
TENEMOS “libre albedrío” y nuestro destino está escrito y por eso Dios lo conoce.
Ehhh ???
Y Sojo usó una imagen para explicarnos el tema. Nos dijo:
- Imaginen por un instante que están en una montaña y al frente de Ustedes hay otra. En esa montaña del frente hay un sinuoso camino por el que transitan vehículos y, en este instante, dos vehículos en direcciones opuestas se acercan velozmente a una cerrada curva.
Entre ellos NO PUEDEN VERSE, pero Ustedes SI los ven a ambos. Ellos TIENEN libre albedrío (podrían frenar, darse vuelta, tirarse por el barranco, lo que ellos quieran)… pero, en este momento en particular los que ven el panorama y SABEN lo que va a ocurrir son
Ustedes que tienen una visión más amplia.

Dios, en un sentido mucho más profundo y misterioso nos ve a la distancia y conoce el futuro de nuestras decisiones… aunque SIEMPRE está en nosotros la posibilidad de cambiarlas. El conoce nuestro futuro porque ve toda la realidad simultáneamente y su perspectiva es más amplia.

- Y allí estaba yo -desde la altura- viendo un sapo nadar desesperado buscando una salida SIN SABER que NO HABIA NINGUNA !!, sin saber que iba a MORIR (aunque yo SI lo sabía). SOJO -SJ- (qepd) entendí tu ejemplo viviéndolo !!!

No pude más. Llamé al mozo.
- Señor… necesito ayuda…
- Si, qué desea ?
- Quiero contratar a alguien para que salve un sapo que nada en la
pileta… a quién puedo contratar ?
- EEhhh ??? (cara de mozo atendiendo un cliente loco)… pues… no
sé, tal vez le podemos pedir al jardinero que lo haga.
- Fantástico (dije aliviado), dígale al jardinero que le pago $ 20
si saca YA al pobre sapo que está en la pileta !!
Partió el mozo con cara de “what?” en su rostro.

Pasaron los minutos… miraba desesperado por la ventana esperando al salvador jardinero que rescatase a mi sapo y nada ocurría… más y más tiempo… más y más brazadas del pobre sapo que, o bien era un sapo muy vivillo y ahorraba sus energías o bien ya estaba exhausto y estaba abandonando la batalla (que era lo que yo, ya desesperado pensaba).

A cada minuto ese sapo podía ahogarse y el maldito jardinero no aparecía !!
Advierto que el mozo está en el salón y lo llamo nuevamente.
- Y ?, qué pasó con el jardinero ?
- Mire… (cara de mozo hablando con un cliente loco)… le dije.
Pero el jardinero piensa que es una broma o algo parecido.

Al borde de la angustia total tomé mi billetera, saqué el billete de $ 20, otro más de $ 5 y se los di al mozo.

- Joven, aquí tiene los $ 20 del jardinero y agrego $ 5 para Usted por atenderme este favor… vaya URGENTE a decirle que NO se trata de una broma.

(El dinero era más efectivo que explicarle la historia del “libre albedrío” del Padre Sojo en ese instante). Vuelta a partir del mozo con más cara de “what?” que antes.

Los minutos pasaban interminables, hacía rato que nadie comía en mi mesa viendo mi angustia. Cuando ya me levantaba dispuesto a tirarme a esa sucia pileta si era necesario para salvar al maldito sapo que estaba carcomiendo mi existencia y cuya muerte me seguiría por el resto de la eternidad, veo aparecer al famoso jardinero que, con su aparato de sacar hojas, salió en persecusión del sapo.
Un intento, dos, tres… y SAPO AFUERA !!!!
Dios mío !!!, lo que sentí en ese instante !!
Había salvado al maldito sapo místico !!!

Es posible que el pobre sapo haya pensado para sus adentros: “Quién será el idiota que me saca del agua !!??”, es posible que ni bien me fui del restaurante el sapo volvió a tirarse al agua (y ya no habría ningún idiota que pagase $ 25 por él), tal vez el sapo rescatado de su destino de muerte, ahora de principio a una secuencia de eventos que lleven a la destrucción del mundo que conocemos -y todos me insultarán dentro de algunos años al enterarse que el
“idiota que salvó al sapo” fui yo-.
- No lo sé… pero ese sapo se salvó !!

Ese sapo nunca supo en “su” realidad y desde su perspectiva, que un tipo misterioso que lo veía desde la altura, podía conocer su destino -rumbo a la muerte- aunque en su libre albedrío ese sapo podía seguir nadando todo lo que quisiese.

Los amigos que conocen esta anécdota están buscando sapos para extorsionarme que les pague $ 25 por sapo o los ahogan !! :-)

Pero, qué quieren que les diga… fue lo más cercano que tuve en mi vida a una experiencia mística. Sentí que había puesto en orden a todo el Universo.

- Y qué tiene que ver esto con la Navidad ?
Buena pregunta… ahora vamos a eso.

Termino de vivir esta experiencia (en serio que fue muy poderosa y movilizadora para mi) cuando llego a mi casa y decido ponerme a trabajar un poco.

En uno de los foros en que participo para distenderme un rato, veo una nota sobre una chiquilla colombiana que escribió una emotiva carta al Gerente de la Empresa de Energía Eléctrica de su ciudad.
Ella es de Medellín, su familia es pobre y con graves problemas. El padre -terrible personaje- los ha abandonado, su madre a duras penas consigue alimentar a sus hijos con venta ambulante y, por falta de dinero les habían cortado la electricidad.
Ella le ofrecía al “Señor Gerente” todo el dinero que había ganado vendiendo dulces en su escuela para que “pudiesen tener luz en la Navidad”.
La carta es muy emotiva, lo invito a que la lea (porque de paso es nuestra “historia de Navidad”).

http://www.caracol.com.co/noticias/actualidad/carta-de-una-nina-pobre-a-epm-conmociona-a-medellin/20051103/nota/217864.aspx

http://www.desdeabajo.info/ediciones/item/414-cuando-la-infamia-tiene-nombre-propio-empresas-públicas-de-medellín.html

Esta pobre y tierna niñita, que se llama Daniela Andrea Cadavid, de 11 años, hizo algo increíble… por su cuenta pretendía darle la sorpresa a su familia de que tendrían la Navidad con luz.
Le voy a copiar una parte de la carta de Daniela. Le aclaro que el dinero colombiano tenía en el 2005 año de la historia una cotización de 2.200 pesos el dólar. Cuando se habla de los $ 5.000 que Daniela ha ganado vendiendo confites en la Escuela se refiere a U$S 2
aproximadamente (lo que Usted gasta en un café que toma en el bar).

Dice Danielita en su carta:

- “El año pasado fue muy orrible (sic) pues no tubimos luz porque mi papá es un borracho y drogadicto y mi mamá lo echo de la casa y ella no gana casi con que pagar los servicios pero es que ella no nos deja prender velas porque un día se quemo la toballa y un trapito que adornaba el baño. Cuando se llega la noche nos tenemos que acostar antes de que se oscuresca.

“Mi mamá se fue un día para el centro a vender ebillas (sic) y chulos pero espacio publico le quito todas las cosas ella llego con una malacara y aburrida. Ahora esta puliendo ropa en unas confeciones que quedan por aca. Y a veces se gana 35.000 o 40.000 semanal. Yo como en el Restaurante y cuando la Hermana no se hace en la puerta yo recojo lo que dejan mis compañeritas para traerle a mis hermanitos porque a veces Sara no come nada. A Daniel una señora le da tostadas o galletas.
“Doctor yo estoy vendiendo confites en mi escuela, ya tengo $5.000 ahorrados para comprarle un regalito de navidad a mis hermanitos porque el año pasado no les trajo nada.
“Doctor, a ver si usted nos pone la luz para el 24 de diciembre que es navidad y el 31 de diciembre.
“Yo le puedo pagar porai 10.000. Yo no quiero volver a pasar una navidad sin luz aunque no teniamos nada que comer ni estrenar. Pero yo tengo una istalacion de ubitas y no la pude poner.
“Por favor yo se que usted es el que manda. Yo voy recogiendo plata para poder pagarle.
(*) “instalación de uvitas” se refiere sin duda a las lucecitas que adornan el árbol navideño.
Y yo acababa de pagar $ 25 por un sapo !!!
Tengo que confesarle que lloro fácil últimamente, pero me juré lagrimeando que Daniela NO iba a pasar su Navidad sin luz o sin juguetes.
Si puedo ocuparme de un sapo en una alberca, bien puedo ocuparme de una niñita que vive a 4.000 kms de mi casa pero que “me toca” en el alma gracias a una carta que todos podemos conocer hoy gracias a Internet.
Además… si no puedo ocuparme de algo TAN IMPORTANTE como asegurarme
que Daniela pase una Navidad feliz… de QUE OTRA COSA voy a ocuparme ?. Tengo demasiados dones recibidos como para no atender estos temas.

Y allí empezó el baile. Lo primero que hice fue dirigirme al Foro de Inversores (hay más de
40 colombianos en el Programa de Formación de Inversores) a preguntar quién era de Medellín. Alli apareció Juan Diego García Henao -uno de los participantes- que gentilmente se comprometió a ayudarnos en el trámite.

Lo segundo fue comentarles al resto QUE estaba ocurriendo y planificar lo que podíamos hacer. Establecimos entre varios un plan de tres etapas:

1) Navidad Feliz.
2) Luz, Comida y Colegio.
3) Autoayuda para la Madre.

Lo primero y más inmediato era asegurase que Daniela -y sus hermanitos
y su sufrida madre- TUVIESEN UNA ALEGRIA esta Navidad.

Nada de fideos o papas… juguetes y dulces hasta que se empachen.
Y por supuesto que esas “uvitas” van a brillar hasta que se quemen !!

Lo segundo es asegurar el pago de unos meses de su electricidad (tema que por lo que se, ya se encargaron de cubrir los propios empleados de la Compañía Eléctrica cuando se enteraron del caso), atender la provisión de su despensa más inmediata (ya sin dulces, esta vez con “comida de verdad”) y ver si necesita algo -ella o sus hermanos- para
continuar sus estudios.

Y, ya más tranquilos, analizar con la madre qué tipo de elemento o herramienta podemos brindarle para que mejore su capacidad de ganar dinero.

No pretendemos hacerlas ricas. No vamos a resolver su vida. Sólo vamos a poner nuestro esfuerzo para que “salgan del agua” y no se ahoguen.

Su capacidad de superación y su empuje -que al menos a Daniela le sobra y seguramente a su madre también- harán el resto.

De más está decir que a medida que se enteraban los participantes de los 30 países que participan en el Programa (ya vamos por 550 participantes), empezaron a llover ofertas de todos lados. Será una logística compleja canalizarlas (son aportes de España, México, EE.UU., Argentina y varios más), pero ya nos ocuparemos de eso.

El PRIMER NIVEL DE RESPONSABILIDAD en esta tarea la tienen los propios participantes de Colombia. Daniela es de “ellos”. Tienen que demostrar el MISMO EMPUJE y CAPACIDAD que tiene Daniela para pedir ayuda, pero en este caso para ayudarla.

Ya le contaré en qué termina este tema y quizás, hasta le pida que ayude a que, de todas las “Danielas” que hay en el Universo, al menos nos ocupemos que UNA DE ELLAS se salve. Que no se ahogue chocando contra las paredes mohosas de la alberca que a ella le tocó vivir. Que “alguien” que puede conocer su historia (Usted ahora), también pueda hacer algo.

Y mi moraleja navideña es la siguiente:

- Si no se va a ocupar de la Daniela “colombiana”, salga urgente a buscar una “Daniela” a la cual cambiarle la vida en su ciudad, su barrio o su país.

No se atiborre de sidras, champagnes, cavas, pavos, cerdos, pollos y asados (sin olvidar los turrones, garrapiñadas y demás enseres navideños).

Gaste unos euros, dólares o pesos menos en sus “goces terrenales” (que de poco le van a servir cuando la arena del reloj de su vida termine de pasar por completo) y ANOTESE un “gracias” en el libro de la vida.

- Busque su Daniela. Hay muchas “allá afuera”.

Y, si le sirve la referencia, Daniela recibió el “Premio Portafolio” en una edición especial.

http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-1855441

Este es un premio que se otorga en Colombia a los emprendedores, pero
decidieron crear una categoría especial para premiar a Daniela.

Uyyyy !!!… qué largo me salió esto !!

Pero, valía la pena. Daniela (y los sapos) se lo merecen.

Si es COLOMBIANO no mire para otro lado, esta niñita y otran como ella son SU
responsabilidad. Que no tengan que ocuparse de ellas desde otros países… en todos lados tenemos “Danielas” también.

Gaste unos centavos MENOS en sus fiestas y ayúdela a entender que, isteriosamente, Dios actúa a través SUYO.

Y diga GRACIAS cuando entregue su aporte… Daniela le ahorró el esfuerzo de salir a buscar un caso meritorio para que le anoten una marca en “su libro en el cielo”.

Por lo pronto asegurese que en cada Navidad su principal actividad NO SEA atiborrarse de comida superflua… salve un sapo al menos.

Gracias a Luis Crespo, el Padre Sojo SJ, al sapo anónimo, a Patricia, a Danielita, a Juan Diego, al Alvaro y a todos los que participaron en esta nota.

Y gracias a Usted porque estoy convencido que este año y los venideros SI va a hacer
algo valioso buscando “su sapo”.”

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