Publicado en Arte y Cultura
Antes que ponerme a leer preferí ver las “curvilíneas” barrocas plasmadas en la pintura, la escultura, la arquitectura y otras manifestaciones del arte tanto en lo religioso como lo mundano que llaman secular y que como reacción sobre el renacentismo se impusieron alrededor del año 1600 y que primó hasta el siglo XVIII con todo su esplendor.
Imagino la necesidad de relanzamiento de la Iglesia católica y de la Italia para mantener su “imagen” o “posicionamiento” aprovechando la novedad que representó el barroco. Aunque a mi manera de apreciar las cosas, ellos aprovecharon la novedad que representó enfrentar lo “agotado” representado en las rectas sobre las cuales se desarrolló el renacentismo, los límites sobre los cuales había que delimitar por ejemplo, la pintura y las demás expresiones del arte quizás a mi parecer, cargadas de exactitud y reglas, el avance o evolución hacia encontrar algo más realista que tenga que ver con plasmar las emociones insertas en las expresiones humanas como en el caso de la pintura y la escultura por ejemplo, por muy grotescas o repulsivas que pareciesen, todo ello, representa una oportunidad para parecer en el caso de la Iglesia católica una oportunidad para un relanzamiento surgiendo como una especie de mecenas.
Aunque la noticia que brinda la historia exalta al beneficiario, como corriente cultural que revoluciona en esa época, pienso que aunque parezca rebuscada o falsa perla y demás expresiones ofensivas que se tengan sobre el barroco en esa época, quien encontró o descubrió que lo curvilíneo se podía recrear en cualquier expresión del arte y lo integrara a la expresión real , en donde el campo de la composición y la distribución espacial en donde ya no hay límites por ejemplo en el caso de la pintura al hacer el cuadro, en donde la escultura adquiere movilidad y dinamismo enfocados hacia el exterior, en donde la Luz acompaña como coprotgonista a mi modo de ver, pliegues curvos de las obras.
Es cierto que se basó o partió del renacentismo para poder generarse pero hay que tener en cuenta que todo tiende a tener un “alter ego”, así como un ying tiene un yang, y sinceramente lo lineal frente a lo bello de lo que se puede dar uno la licencia de hacer con las curvas en diseño representa como volar sin tener alas.
La bibliografía que consulté para redactar lo anterior y obras que aprecié para deducir mis puntos personales de vista, la cito a continuación:
CALVO SERRALLER, F., Teoría de la pintura del siglo de oro, Madrid, Cátedra.
- CHUECA GOITIA, Fernado., Historia de la arquitectura occidental: barroco en Europa, Editorial Dossat 2000, Madrid.
- GÓMEZ MORENO, M.E., Breve historia de la Escultura Española, Madrid, Dossat.
- TOMAN, R. (Ed), El Barroco, Barcelona, Koneman.
- WITTKOWER, R., Arte y arquitectura en Italia (1600-1750), Madrid
Obras de artistas:
Arquitectos:
Gianlorenzo Bernini (1598-1680), Francesco Borromini (1599- 1667), y Pietro da Cortona (1590-1669). Guarino Guarini (1624-1683) y Felipe Juvara (1676-1736).
Escultores:
Gianlorenzo Bernini y Gregorio Fernández .
Pintores:
Los Carracci; Guido Reni (1575-1642); Francesco Barbieri, el Guercino (1591-1666); Domenico Zampieri, el Domenichino (1581-1641); Francesco Albani (1578-1660) y Giovanni Lanfranco (1582-1647); Pietro da Cortona (1596-1669); Lucas Jordán (1634-1705) o Andrea Pozzo (1642-1709). Cabe destacar a Michelangelo Merisi, Caravaggio (1573-1610), Gerrrit van Honthorst (1590-1656); Hendrick Terbrugghen (1588-1629); Pieter van Hoogh; Jan Vermeer (1632-1675) y Anton van Dyck (1599-1641) y Peter Paul Rubens (1577-1640), Diego Rodríguez de Silva Velázquez (1599-1660) , Francisco Pacheco (1564-1654), Vicente Carducho (1576-1638); José Ribera (1591-1652); Francisco Zurbarán (1598-1664); Bartolo<mé Esteban Murillo (1617-1682); Juan de Valdés Leal (1622-1690) o Diego Rodríguez de Silva y Velázquez (1599-1660) .
