El poema

0

Publicado en Oraciones

“Me arrodillé para orar pero no por mucho tiempo, tenía mucho por hacer.

Tuve que darme prisa e ir a trabajar ya que los cobros muy pronto estarían ante mi. Salté de mis rodillas y mi deber cristiano estaba concluido.

Mi alma pudo entonces descansar plácidamente.

En todo el día no tuve tiempo de lanzar una palabra de aliento, ni de hablar de Jesús a mis amigos; se reirían de mi y me daría miedo.

No hay tiempo, no hay tiempo. Hay mucho qué hacer.

Ese era mi sollozo constante. No hay tiempo para darle a las almas en necesidad, sino hasta la última hora, la hora de morir.

Me paré frente al Señor, vine y permanecí cabizbajo, ya que en SUS manos sostenía un libro; el libro de la vida.

Dios echó una mirada a su libro y dijo: ‘No puedo encontrar tu nombre. Una vez estuve a punto de anotarlo, pero nunca encontré el tiempo’

¿Tienes ahora el tiempo para re enviar este mensaje?

Fácil Vs. Difícil

¿Por qué es tan difícil decir la verdad y tan fácil mentir?

¿Por qué tenemos tanto sueño en la iglesia, pero cuando termina el sermón repentinamente estamos tan despiertos?

¿Por qué es tan difícil hablar de Dios y tan fácil decir cosas sucias?

¿Por qué es tan aburrido leer una revista cristiana, y tan divertido hojear una con contenido repugnante?

¿Por qué es tan fácil borrar mensajes de Dios y re enviar mensajes sucios?

¿Por qué las iglesias y templos se vuelven más pequeños mientras los bares y discotecas crecen en tamaño?

De todos los regalos que podamos recibir, una oración es el mejor.”

Escribenos tu comentario