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Normalmente la persona que perdió por ejemplo, su cédula de ciudadanía, pone la denuncia ante la autoridad competente o por internet.
Una medida de prevención es guardar por años ese documento así después le expidan otro. ¿Por qué?
Porque corre el riesgo de que personas inescrupulosas utilicen el documento para sus fechorías y quien perdió ese documento termine siendo denunciado e incluso condenado sin saberlo siquiera, es decir, sin haberse podido defender de una falsa imputación.
De ahí que quien vende o cobra algo, celebre un contrato, haya de por medio un fiador, etc., si exigió que le colocarán en el documento una huella de aquel con quien celebra el negocio, podría ser muy esclarecedor para el afectado en caso de un problema legal. Sin embargo, no es así necesariamente. En caso de una demanda, una condena o imputación el afectado tiene que contratar los servicios de un abogado para enfrentar el problema. También se puede ir consultar o solicitar asesoría legal en los consultorios jurídicos de las universidades, servicio que suele ser gratuito.
