Pedí y os se dará

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Publicado en Amor, Oraciones

El propósito básico de elevar a Dios una oración es dar las gracias.
Dar las gracias por tantos favores y bienes que recibimos a diario en cada respiración que tenemos y en cada pensamiento.
Mucho antes de pedir una gracia debemos meditar sobre la prueba que estamos afrontando.
Hay casos y circunstancias por la que estamos atravesando que muchas veces por los apegos que tenemos y debemos superar no nos damos cuenta que tenemos en primer lugar una misión que cumplir: ser felices. Para ello, debemos reflexionar que somos perfectibles pero no perfectos.
Si tenemos o enfrentamos actualmente un problema es porque debemos meditar que enseñanza hay detrás de ese aparente “DAÑO” por el que estamos pasando.
Hay que tener en cuenta que “LA VERDAD OS HARÁ LIBRES”.
Entonces tras cualquier efecto hay una causa que descubrir para encontrar la solución o las nuevas circunstancias que debemos propiciar con nuestros pensamientos, acciones y el control de nuestras emociones para no tener que tener que repetir que se produzca en nosotros lo que aparentemente nos tanto daño nos hace en el presente.

Cuando hemos estado enfermos por lo general el médico termina diciéndonos qué hábitos alimenticios debemos evitar para curarnos. Si una vez sanos repetimos tales mismos hábitos lo que cabe esperar es que la enfermedad se reproduzca porque no hemos cambiado en realidad nuestros hábitos alimenticios.

En el aspecto afectivo, la cosa no es diferente. Mucha gente se cruza en nuestras vidas y que nosotros “consideramos malas o buenas” (blanco o negro), de acuerdo como nos haya ido con ellas según nuestra manera egoísta de ver las cosas, las “condenamos” o pretendemos “apegarnos a ellas. Pero, ¿qué hay de nuestra conducta pasada?

Si reflexionamos o meditamos sin engañarnos o sin pretender encapricharnos, y vemos nuestra manera de ser, hacer y tener en el pasado, comenzaremos a darnos cuenta del por qué “la vida” nos sacó de la “zona de comodidad” en que creíamos estar.
Si una persona que llegó y se va de nuestras vidas, debemos apelar en primer lugar a analizar antes que atraerla de nuevo, explicarnos nuestra conducta pasada y detectar en qué debemos mejorar. Debemos reflexionar que si lastimeramente la atraemos y esa persona regresa, nadie está progresando y sólo estamos aplazando lo inevitable: tenemos que progresar en nuestra manera de ser. Y lo peor del caso: LA VERDAD la estamos ignorando y ya nadie podrá decir que es libre para amar por ejemplo.
Con el libre albedrío nadie se debe entrometer. Cada quien debe ser libre para escoger su destino.
No se debe tomar ningún tipo de acción para “obligar” a otro o a otra a someter su voluntad a estar junto a uno (a). Eso NO es amar. Eso es apego.
En ese caso, hay que pensar constructivamente, es decir, en función de mejorar la autoestima.
En esta web www.sepacomo.com , hay en la Sección AUTOAYUDA, elementos a considerar por parte de alguien que se encuentre en una situación como la descrita. Recuerde “AYÚDATE QUE YO TE AYUDARÉ”

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