Publicado en Correspondecia Recibida, La Meditación
“Vivamos y gocemos del presente amando
hasta las últimas consecuencias, sin angustias,
sin recuerdos ingratos que mortifican y dañan,
sin autoacusaciones por los errores cometidos.
No juzguemos.
No critiquemos.
No condenemos.
No insultemos.
Luchemos por no lastimar
porque todo esto
puede volverse contra nosotros.
No deo hacer daño,
ni guardar rencor,
ni buscar venganza, ni traicionar
porque perderé mi paz interior.
Soy humano,
cometo errores,
fallo uchas veces,
esto me hace igual a mi ofensor.
Soy un hombre
a quien Dios perdona errores, fallas,
me acoge nuevamente,
debo hacer lo mismo con mi agresor.”
Autor desconocido