Soy tu resurrección

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Publicado en Oraciones

“Cuando las horas de desaliento te invadan el alma, y las lágrimas afloren en tus ojos, BÚSCAME

YO SOY AQUEL, que sabe consolarte y enjugar tus lágrimas.

Cuando decaiga tu ánimo para luchar en las dificultades de la vida, o sientas que estás pronto a desfallecer, LLÁMAME:

YO SOY LA FUERZA, capaz de remover las piedras de tu camino y sobreponerte a las adversidades del mundo.

Cuando te halles sin fuerzas, de suerte que no encuentres dónde reclinar la cabeza, CORRE JUNTO A MÍ:

YO SOY EL REFUGIO donde puedes encontrar reposo y tranquilidad para tu espíritu.

Cuando te consideres incapaz de conservar la serenidad de espíritu INVÓCAME:

YO SOY LA PACIENCIA que te ayudará a vencer las dificultades más dolorosas y triunfar en las situaciones más difíciles.

Cuando te debatas en los misterios de la vida y tengas el alma golpeada por los obstáculos del camino, INVÓCAME:

YO SOY EL BÁLSAMO que cicatrizará tus heridas y aliviará tus padecimientos.

Cuando el mundo sólo te haga falsas promesas y creas que ya nadie puede inspirarte confianza: VEN A MÍ:

YO SOY LA SINCERIDAD, que he cumplido todas mis promesas de vida.

Cuando la tristeza o la melancolía intente albergarse en tu corazón, CLAMA A MÍ:

YO SOY LA ALEGRÍA que te infunde nuevo aliento y te hará conocer los encantos de tu mundo interior.

Cuando, uno a uno, se destruyan tus ideales más bellos y te sientas desesperado, APELA A MÍ:

YO SOY LA ESPERANZA que robustece tu Fe.

Cuando la impiedad te revele las faltas y la dureza del corazón humano, CLAMA A MÍ:

YO SOY EL PERDÓN, que te levanta el ánimo y promueve la rehabilitación de tu alma.

Cuando dudes de todo, hasta de tus propias convicciones, y el escepticismo te invada el alma, RECURRE A MÍ:

YO SOY LA FE que te inunda de luz y de entendimiento para que alcances la FELICIDAD.

Cuando ya nadie te tiende una mano tierna y sincera, y te desilusiones de los sentimientos de tus semejantes, APROXÍMATE A MÍ:

YO SOY LA RENUNCIA que te enseñará a entender la ingratitud de los hombres y la incomprensión del mundo.

Y cuando, al fin, quieras saber quien soy, pregúntale al río que murmura, al pájaro que canta, a las estrellas que resplandecen.

¡Yo soy el corazón que tanto ha amado a los hombres!

Me llamo Amor.

Vengan a mi todos los que estén cansados y agobiados que yo les aliviaré.

¡Cristo ha resucitado!

¡Verdaderamente ha resucitado!

 

 

 

 

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